Opinión

La fuga de Silva

Por: Mario Amoretti Pachas

La figura en torno a la fuga del exministro de Transportes y Comunicaciones, Juan Silva, es muy lamentable porque la Fiscalía había ordenado una vigilancia y seguimiento a este personaje desde el 27 de mayo, o sea hace casi un mes. Sin embargo, el ministro del Interior, Dimitri Senmache, dice que la orden solo ha sido de vigilancia y, entonces, la pregunta lógica sería: ¿Cómo se piensa vigilar a una persona si no se le hace un seguimiento?, es algo absurdo que non tiene ninguna respuesta con sentido común. Si le ordenan a la Policía que haga una vigilancia, tiene que hacerle un seguimiento para saber a dónde y a qué lugares se traslada este señor, de tal manera que esa salida del ministro no tiene ningún argumento que justifique esta omisión de parte de la Policía y hasta se podría hablar que estamos frente a un caso de encubrimiento personal. Permitir la fuga de un personaje tan importante en esta circunstancia frente a la orden tan clara del fiscal de la Nación es grave, se les ha escapado la tortuga por entre sus piernas; la verdad es que esto es lamentable y llama mucho la atención.

También llama mucho la atención que antes de que se lleven a cabo estas órdenes del fiscal, el presidente Pedro Castillo cambió a los altos mandos de la Policía. Antes teníamos a personas con experiencia y conocimiento de vigilancias que, inclusive, habían intervenido en la captura de terroristas; sin embargo, sacaron a los más capacitados en materia de investigación para colocar a personas que no tienen ni la calidad ni los conocimientos de los anteriores.

Esta situación de da desde el momento en el que Francisco Sagasti derogó los requisitos para nombrar al secretario general de Palacio de Gobierno. Gracias a ello llegó Bruno Pacheco a ejercer este cargo pese a no tener ningún conocimiento y ahora conocemos todo lo que estuvo realizando este personaje en la Casa de Pizarro.

Finalmente, tenemos otra situación muy preocupante: el fiscal de Tacabamba, donde ha nacido Pedro Castillo, se inhibió y ha pasado toda la investigación sobre la tesis del presidente a la ciudad de Trujillo, donde justamente está la universidad César Vallejo. Yo me pregunto: ¿El fiscal de Trujillo realizará una verdadera investigación y solicitará los libros correspondientes de la época en que Castillo y su señora elaboraron su tesis? Veremos.

(*) Exdecano del Colegio de Abogados de Lima

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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