Opinión

La democracia caviar

Por: Francisco Diez-Canseco Távara

Respuesta a Martín Tanaka

Este es el título de un artículo que publiqué hace muchos años sobre la izquierda caviar peruana en el curso de los cuales se puede afirmar, sin temor a errar y recordando la frase de Talleyrand sobre los Borbón, que sus integrantes nada han olvidado y nada han aprendido en el contexto de su crematística vocación totalitaria de Poder político encubierta por una falsa careta de democrática vocación social.

Cuando en 1992, en la pampa de la Quinua en Ayacucho, proclamé, en mi calidad de Presidente del Consejo por la Paz, que los terroristas son los primeros violadores de los Derechos Humanos, la respuesta de la caviarada nacional fue instantánea y violenta: habíamos invadido sus, hasta ese momento, intocables predios de defensa marxista leninista de los Derechos Humanos que consistían en la atribución de todas las violaciones de estos a las Fuerzas del Orden sin jamás mencionar como tales las atrocidades cometidas por Sendero Luminoso (SL) y el MRTA.

La simple lectura de las conclusiones de la llamada Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) manejada a su antojo por los caviares, refleja su clara posición frente al terrorismo cuando en ellas se afirma sucesivamente que “estas dos décadas de destrucción y muerte no habrían sido posibles sin el profundo desprecio a la población más desposeída del Perú, evidenciado por miembros del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso (PCP-SL) y agentes del Estado por igual, ese desprecio que se encuentra entretejido en cada momento de la vida cotidiana de los peruanos”.

A renglón seguido, pretenden exonerar a sus muy bien rentadas ONG de toda responsabilidad por haber omitido en sus informes las barbaridades ejecutadas por sus protegidos de SL y el MRTA. Solo un 5 % de las víctimas se atribuyeron a esos grupos terroristas y el resto a las Fuerzas del Orden. ¡El colmo!

Mi enfrentamiento ideológico y la denuncia sobre las distorsiones y manipulaciones de la CVR en favor de los terroristas bastó para que fraguaran otra caviarada: la inserción de una disposición final, en su proyecto de ley para crear el Consejo Nacional de Reconciliación, por el cual se derogaban las leyes de creación del Consejo por la Paz para “desaparecerlo”, ese término usaron.

Hay mucho más por agregar, como la nefasta gestión de García Sayán al frente del Ministerio de Justicia conmutando inconstitucionalmente penas a los terroristas y la validación del Movadef para inscribirse como partido político generada por omisión en la “reforma política” de Tuesta Soldevilla. ¡Responda, señor Tanaka!

(*) Presidente del Consejo por la Paz

(*) Presidente de Perú Nación

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

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