Opinión

La bajeza ofende al periodismo deportivo

Por: Tito Ponte Silvera

Una bajeza. Y no tiene nada que ver con el tamaño del personaje quien lanzó improperios inadecuados contra el periodista Fernando Llanos. Simplemente, Aldo Olcese no estuvo a la altura de las circunstancias, y mucho menos de una mesa periodística donde se encontraba con comunicadores de experiencia que no tuvieron el tino, ni el valor para cuestionar los insultos callejeros que soltó el ex futbolista. No hubo filtros, ética, respeto, y mucho menos disculpas. Todos a su alrededor escucharon, sonrieron timoratos, balbucearon, pero no detuvieron nunca al amigo pelotero que seguramente no está acostumbrado a cumplir con los códigos de ética frente a una cámara o micrófono. Es algo inadmisible, que no se puede repetir más, venga de un futbolista, político o personaje público.

Solo para poner en contexto lo ocurrido, Olcese ofendió a Fernando Llanos porque supuestamente nunca le dio la cara por una imitación que hizo a sus espaldas y que lo irritó. Lo más contradictorio es que sus ofensas las disparó en ausencia del colega (alguien lo habrá puesto al tanto de este detalle). El buen Olcese se olvidó que hasta en los códigos de barrio, el menos pintado entiende que si quieres enfrentar a alguien lo hace de frente, en la cara pelada del señalado. Esta aclaratoria es con la intención de recordar que los códigos se deben respetar en cualquier ámbito.

Respecto al tema netamente del periodista, actualmente se vive una absoluta injusticia, sobre todo contra todos aquellos licenciados en la materia que no tienen posibilidades de demostrar sus capacidades; contra aquellos que les costó un esfuerzo académico, y que además se ensuciaron las botas en todas las canchas; escribiendo, reporteando, transmitiendo por redes sociales (con una cámara de teléfono); porque no cuentan con un medio formal que les dé la posibilidad de probarse y exhibir esas cualidades, muchas veces soslayados por apellidos pomposos y futbolistas retirados que no tienen formación ni sentido común para poder fungir como periodista o comunicadores, pero que avalados por el padrinazgo insolente desplazan de manera vil a los verdaderos profesionales.

Lo que ocurrió con Fernando Llanos es deplorable. Estoy seguro que el Circulo de Periodistas (el legítimo), tomará cartas en el asunto y solicitará las disculpas respectivas. Nosotros los periodistas debemos hacernos respetar en todo sentido, y no dejar que nadie llegue a ofendernos dentro de nuestro propio ámbito profesional.

(*) Analista deportivo

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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