Opinión

Ica: bien en lo laboral, mal en lo estatal, fatal en lo moral.

Por: Fernando Cillóniz Benavides

Según el Índice de Competitividad Regional (INCORE 2023), que elabora todos los años el Instituto Peruano de Economía (IPE), Ica ocupa el primer lugar, a nivel nacional, en materia de empleo adecuado.

Ciertamente, las empresas iqueñas – mineras, pesqueras, manufactureras, turísticas, comerciales, de servicios… incluidas las agroexportadoras – tienen mucho ver con este gran logro socioeconómico.

Pregunto entonces ¿a qué se debieron las violentas protestas de diciembre 2020, y enero y febrero pasados… precisamente, en Ica? Recordemos: paro agrario, abajo las empresas “agro-explotadoras”, no a los salarios de hambre, S/. 15.00 diarios no alcanzan para subsistir (la mayoría de los trabajadores gana entre 5 a 10 veces más), derogatoria de la Ley de Promoción Agraria, no a los subsidios a los empresarios abusivos… bla, bla, bla.

¡No tapemos el sol con un dedo! Las protestas en Ica fueron una farsa política – ideológica, donde primaron la mentira, la demagogia, la extorsión y el vandalismo. Al INCORE 2023 me remito. Ica: la menor tasa de desempleo, a nivel nacional. Ica: los mejores niveles de ingreso por trabajador. Ica: los mejores niveles educativos de la fuerza laboral. Ica: los menores niveles de informalidad laboral… todo eso muestra el INCORE 2023 respecto del tema laboral, en Ica.

Claramente, se trató de asonadas políticas – ideológicas, propias de gente retrógrada, acomplejada, envidiosa, amargada, mediocre… y todo lo demás. ¡Pura politiquería! Y de la peor especie. ¿Y la prensa? Salvo contadas y honrosas excepciones, ¡vaya que la prensa de puso del lado de la mentira y la demagogia, en aquellas asonadas!

El problema de Ica – lo he dicho mil veces – es el Estado. La corrupción y la inoperancia en el Estado… para ser más preciso. El problema no es el sector empresarial. Aunque nadie dice que no haya empresarios abusivos, prebendarios, evasores de impuestos, corruptos y así. Pero son los menos.

En todo caso, es el Estado el llamado a sancionar a las empresas informales, tramposas y maltratadoras, que repito… lamentablemente, hay.

Sin embargo, seamos objetivos y veraces. Las principales carencias de los iqueños – agua y vivienda digna, salud y educación pública de calidad, infraestructura y seguridad, etc. – se deben más al fracaso del Estado, que al sector privado.

Por ello ¡revolución moral… radical y total! Esa es mi propuesta. Que autoridades autónomas, apolíticas, descentralizadas, profesionales, meritocráticas – tipo Banco Central de Reserva (BCR) – altamente especializadas, brinden los servicios públicos: agua y vivienda social, salud y educación públicas, seguridad e infraestructura. Ningún Ministerio, ningún Gobierno Regional o Municipal tendría injerencia en dichos servicios.

*Exgobernador regional de Ica

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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