Una controversia salta a la palestra cada vez que se inicia un gobierno. ¿La política y la economía van por cuerdas separadas? Hay incluso un libro del economista y politólogo Eugenio D’Medina Lora con el título “El mito de las cuerdas separadas”, con prólogo de Hernando de Soto, que explica por qué las cuerdas tienen que converger en algún momento. Las alzas del tipo de cambio y de los alimentos, antes y después del inicio del gobierno de Pedro Castillo, los “hipos” o saltos de los precios, producto de la turbulencia política y la posible especulación, demuestran que, efectivamente, se trata de un mito. Entre la economía y la política hay una relación mutua, complementaria y suplementaria.
Por eso el libro de D’Medina tiene el subtítulo “Cómo y por qué del entramado político de la gobernabilidad”. El clima político causó, como siempre ocurre, el alza del precio del dólar, del pollo, el gas y otros productos, disparando la inflación. Es un fenómeno habitual cuando empieza un gobierno, especialmente de tendencia izquierdista, pero, generalmente, las cosas vuelven a su nivel conforme pasan las semanas o los meses. Sin embargo, esta vez no hay visos de solución.
Ni bien asumió el cargo, el ministro de Economía, Pedro Francke, utilizó las redes sociales para dar a conocer las líneas principales de su gestión y la visión del gobierno de Castillo en materia económica. Cuando se confirmó la ratificación de Julio Velarde en el BCR, el ente emisor publicó una serie de mensajes sobre la situación en general de la economía y también de la política monetaria de manera específica. El objetivo de ambos fue, desde el terreno económico, contribuir con la calma de las agitadas aguas de la política, que hasta ahora causan incertidumbre.
En medio de la crisis por la pandemia, el Perú tiene una gran oportunidad de empezar con buen pie la reactivación económica del país. Las calificadoras de riesgo nos ubican en un buen nivel, las proyecciones de crecimiento –incluso la dada por el Banco Mundial– nos dan un índice superior a 10% y los precios de dos de nuestros productos estrella, el cobre y el oro, están en rangos muy favorables para el Perú. Si embargo, nos falta lograr el indispensable equilibrio entre la política y la economía.
Si no hay estabilidad política es difícil que países en vías de desarrollo, como el nuestro, logren crecimiento económico. Mañana se presenta el Gabinete Ministerial en el Congreso. Esperemos que luego el país recupere esa estabilidad tan necesaria. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.
