Opinión

Analogía de campeonas: Kimberly García y Noemí Vásquez

Por: Tito Ponte Silvera

Kimberly García y Noemí Vásquez tienen muchas cualidades en común. La principal, es que ambas son peruanas. Una nació en Huancayo y la otra en Madre de Dios, dos tierras pujantes y generosas. “Kimi” soñó desde los cinco años con subirse al podio marchando por el Perú, pero antes tuvo que lidiar frente a las necesidades propias de la vida para dar el gran salto. Mientras tanto, ”Noe” tuvo que luchar desde los cinco años con una poliomielitis, enfermedad que la condujo, circunstancialmente, a descubrir su pasión: el para powerlifting. Kimberly García se enfrentó al sistema para demostrar su talento y representar al Perú, aunque, en muchas ocasiones, amagó con terminar su carrera a causa de la desigualdad. A Noemí Vásquez la excluyeron muchas veces: sintió el rechazo y el poco valor para apostar por ella. Pero, a pesar de todo, su tenacidad la hizo demostrar con fortaleza su esencia de campeona.

Kimberly y Noemí fueron figuras en Lima 2019: la primera se colgó la plata en los 20 km de la marcha, y la segunda la presea de bronce en los 50 kg del para powerlifting. Las dos posaron para las fotos, brindaron entrevistas a los medios, fueron centro de atención de políticos y dirigentes deportivos, les prometieron un departamento – que aún no reciben – y ambas son unas reinas a nivel nacional: la huancaína en la marcha y la madrediosense en el para powerlifting. A través de sus logros y voz en alto han demostrado su liderazgo con y sin el triunfo, con el fin de lograr un cambio.

Hoy los reflectores apuntan hacia Kimberly García tras su éxito histórico que la colocan en un sitial extraordinario, producto de su esfuerzo y la de su familia. Participó con un solo uniforme para 10 días y con la exigencia de conseguir una hazaña, y ella cumplió. Tras ello recibió un PAD vitalicio y un premio monetario muy merecido, algo que se supone debió llegar antes. Hoy, Noemí vive la contraparte: fue retirada del Programa Apoyo al Deportista, pues la Asociación Nacional Paralímpica del Perú, una entidad que debería ser incluyente y no excluyente, argumenta que al rechazo y el cierre de puertas para entrenar en Arequipa, se debe a que “tiene mucha edad”, algo que a ella no le ha impedido mantenerse como la mejor del país en su categoría y la quinta en el continente.

Hoy, a Noemí Vásquez, los medios no le prestan atención para denunciar. Hoy, Noemí Vásquez debe vender sandwich en la calle con la ilusión de volver pronto a representar al Perú. Hoy, Noemí está abandonada, igual como lo estuvo Kimberly en 2020 cuando el IPD y su federación no le daban las posibilidades para entrenar de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio. Hoy, Noemí es una de esas atletas con discapacidad que sufren las consecuencias del rechazo, exclusión y abuso de poder del sistema. Hoy, Kimberly está en la cima y le ofrecen todo lo que le falta al deporte en general: atención, voluntad e inversión.

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

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