Opinión

El triunfo del Perú profundo

Por: Luis Alfonso Morey

La frase “Perú profundo” fue acuñada por Jorge Basadre en 1947 y la utilizaba para expresar la existencia de una parte del país distinta a la del “Perú oficial”, esa parte del país pobre, excluida, atropellada y discriminada. Ese Perú profundo -molesto e indignado- es el que hoy representa cabalmente el profesor Pedro Castillo y Perú Libre.

Muchos sostienen que el voto a favor de Castillo es el del Perú que hemos ignorado durante mucho tiempo. Y es que hay un sector en las élites sociales que ignora a buena parte de los peruanos del Perú oprimido cada 5 años, gente que luego se echa a llorar, se toma un gin tonic, suda frío, se le pasa el susto, y luego los vuelve a ignorar por otros 5 años. La falta de empatía y la indiferencia de las élites son en gran parte responsables de un resultado electoral como el que se ha producido. Es una cachetada a los que creían que controlando los grandes medios de la capital e invirtiendo millones en publicidad en redes podían ganar las elecciones.

Lo cierto es que en el Perú existe un grave problema de inmensa desigualdad, de abandono de los más pobres y de discriminación en todas sus manifestaciones: racial, social y económica. El inaceptable racismo y el clasismo que prevalecen en la sociedad peruana son también factores que explican el inmenso éxito de Pedro Castillo y de Perú Libre.

El triunfo obedece a que la postulación de Castillo representa lo nuevo que puede funcionar frente a lo viejo que está demostrado que no ha funcionado para un importante número de peruanos. Más de 70% de los peruanos vive en la informalidad y la gente ni se inmuta. La “mismocracia” a la que se refirió Forsyth era la que representaron en esta elección las candidaturas de Yhony Lescano, Verónika Mendoza, Julio Guzmán y muchos de los que obtuvieron una baja votación.

El voto de Castillo no es el del gran empresario sino del de la empleada doméstica. No es el del gran inversionista sino el del trabajador que se siente explotado. Es el voto del agricultor que gana poco y trabaja mucho, no el del agroexportador que está preocupado más por sus utilidades que por mejorar las condiciones de vida de sus trabajadores.

Nuestro país está más dividido que nunca. La derecha y la izquierda se enfrentarán frontalmente en la segunda vuelta. El problema de la derecha es que estará representada por Keiko y un partido que ya estuvo en el poder mientras que la izquierda lo hará con un nuevo protagonista que tiene la posibilidad de llevar la voz de una mayoría que está harta de lo mismo.

(*) Abogado y experto en política

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

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