Parece inminente la permanencia de Ricardo Gareca en la selección peruana de fútbol. La expectativa que ha generado en las últimas horas y la reciente reunión con Juan Carlos Oblitas, director deportivo de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), son indicios de que el técnico argentino se mantendrá en el banquillo bicolor, seguramente con algunas exigencias o condiciones que le otorguen la posibilidad de trabajar un proyecto futurista y ambicioso. Es lo que necesita urgentemente el fútbol peruano.
Entre Gareca y Perú hay una relación más que de técnico afición. Es un cariño mutuo, recíproco, de agradecimiento y hermandad, hasta el punto que el país lo adoptó, prácticamente, como un peruano más. El ‘Tigre” demostró afecto, gratitud, lealtad y compromiso hacia una sociedad que por muchos años careció de triunfos futbolísticos, y él pudo darles esperanzas y logros históricos, gracias al cambio mental que le inyectó a sus dirigidos, porque les hizo creer en su potencialidad, individual y colectiva, porque les transmitió confianza, los abrigó como hijos y los alejó de aquellos malos pasos que en distintos procesos dejaron a este pueblo futbolero con las ‘tablas en la cabeza’ y la frustración prolongada.
De quedarse, esta nueva era será totalmente distinta, complicada, un desafío que quién mejor que él para asumirlo, sobre todo por el conocimiento interno y porque tiene un trabajo esbozado, avanzado en cuanto a la idiosincrasia del un universo de futbolistas del entorno. Ahora vendrá la labor de renovar, de otear y escudriñar para encontrar la nueva sangre que tendrá que encarar la próxima eliminatoria y Copa América. Ricardo Gareca sabe que el ciclo de Paolo Guerrero, Jefferson Farfán, Yoshimar Yotún, Carlos Zambrano, Luis Advincula, Gianluca Lapadula y hasta Trauco, no llegará para el Mundial de 2026.
Quién más que él para tomar esa responsabilidad: sabe que la derrota en el repechaje, de algún modo, es una espina que debe sacarse. El “Tigre” es consciente que permanecer aquí es como estar en casa. Marcharse a otra selección es empezar desde cero, aprender a conocer desde cero. Sin embargo, es importante y oportuno decir que la única opción que tiene Gareca es Perú, luego de que Colombia se hiciera de los servicios de Néstor Lorenzo, extécnico de Melgar de Arequipa, así su ida a suelo ‘cafetero’ quedó descartada. Por ahora no ha aparecido un equipo de Europa con interés, a menos que en las próximas horas sorprenda alguno con esa pretensión. Sin nada que obstaculice el camino, el estratega mundialista se mantendrá con la Blanquirroja por los próximos cuatro años.
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