Argentina apostó por el cambio. Se cansó de 20 años de kirchnerismo, esa variante del peronismo que ha hundido a los argentinos en una terrible crisis económica que tiene a 18.5 millones de personas viviendo en la pobreza y 4.3 millones en la indigencia, es decir, sin los mínimos recursos para subsistir. Javier Milei, un outsider de ultraderecha que se autodenomina libertario, recibirá el país en diciembre próximo con el reto de emancipar a la Argentina de ese estado caótico en el que se encuentra.
El país de San Martín, Gardel, Borges y Maradona tiene una inflación mensual de 8.3% e interanual de 142.7%. Argentina está casi como Venezuela, donde en octubre hubo una inflación de 6.7% y la interanual llegó a 155.80%. Es tan grave la situación en Argentina que, si comparamos el alza de su costo de vida con el del Perú, se podría decir que acá no la estamos pasando tan mal, pues en octubre tuvimos inflación negativa de -0.32% y una interanual de 4.34%, aunque nuestro problema es el mínimo crecimiento.
Precisamente, Argentina tomó el mismo camino que siguió Venezuela para llegar a la situación en que se encuentra, con cerca de 8 millones de personas que huyeron de la miseria a la que los condujo el chavismo, con Nicolás Maduro a la cabeza. Un famoso proverbio chino dice: “Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enséñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida”. Pero en Argentina, como en Venezuela, se está haciendo todo lo contrario, pues se recurrió al populista modelo del asistencialismo, que ha demostrado ser ineficaz para combatir la pobreza y las desigualdades.
Uno de los daños más graves que genera el asistencialismo es la destrucción gradual de la capacidad y la motivación productiva. Precisamente, Argentina fue el país más rico y poderoso del mundo en 1896 gracias a su eficiente modelo agroexportador, impulsado por la fuerza productiva y la capacidad comercial. A inicios del siglo XX, Argentina seguía siendo una de las primeras economías del mundo, pues estaba en el top 10 (sexto lugar). Es increíble cómo en un par de décadas los gobiernos han causado tanto daño a un país con tantas riquezas y de material humano tan valioso, como es el pueblo argentino, protagonista de hechos trascendentales, épicos y ejemplares, que han escrito la historia del continente.
Javier Milei, con una prédica anti asistencialista y de apertura al mundo, postula todo lo contrario, libre mercado, privatización y reducción de la burocracia al máximo, entre otras medidas. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.
