El alza de precios causada por la guerra entre Rusia y Ucrania aún tiene para largo. Esta crisis no solo afecta al Perú, sino a casi todo el mundo, pues ambos países exportan gran cantidad de productos, especialmente manufacturados. Pero no todos los productos que se venden en nuestro país tienen por qué ser afectados por la reducción de la oferta y el incremento de la demanda ante la menor importación, pues hay muchos que están libres de esa injerencia en la cadena productiva y comercial.
La mayor parte de la población cree que el presidente de turno tiene la capacidad de subir o bajar los precios de los productos de primera necesidad. En realidad, no es así. Si uno busca las causas del alza de determinado producto, generalmente se da con que antes subieron los commodities, que vienen a ser los insumos o materias primas.
Por ejemplo, está el trigo, con el que se hace el pan. O el girasol, que es la base del aceite. Si sube el trigo, también elevan sus precios las harinas y los fideos, entre otros comestibles. Y si sube el girasol, también lo hacen los aceites y los demás productos en cuya preparación se utilizan estos últimos.
Hasta hace unas semanas, los precios subieron debido al alza del dólar, pero el tipo de cambio ya ha bajado y está a niveles aceptables. No obstante, los precios de muchos alimentos continúan en un rango alto. Ello se debe, como indicamos, a la guerra. Ocurre que Rusia y Ucrania son las más grandes despensas mundiales de trigo. Y mientras que Ucrania solita suministra el 54% de aceite de girasol, Rusia es el tercer mayor productor de petróleo del mundo y más de la mitad lo exporta a Europa.
Ya podemos imaginar la crisis y el alza de precios en los países de Europa como consecuencia del desabastecimiento de combustibles.
Hay que aclarar que la alarmante alza de productos agrícolas registrada hace unos días, cuando el kilo de zanahorias llegó a costar 25 soles, no se debió a la guerra ni a alguna política del Gobierno, sino al bloqueo de carreteras por el paro de transportistas. Superado el problema, las cosas volvieron a la normalidad. Tal es así que la zanahoria ahora está a S/3 el kilo.
Se trata, pues, de una cadena de agentes que inciden en el precio final de un producto y no un capricho del presidente de turno. Sin embargo, ciertos empresarios suelen aprovechar situaciones como esta para alzar sus precios sin ninguna justificación. Son los especuladores. Mucho cuidado con ellos. Porque lo digo y escribo siempre lo firmo.
