Hasta hace unas décadas, si estábamos cubriendo las noticias en la calle, los periodistas teníamos que ir a una cabina telefónica y hacer cola para realizar una llamada. Los corresponsables o enviados especiales mandaban sus despachos escritos por fax. En los tiempos actuales disponemos del celular, el correo electrónico y las redes sociales, lo que facilita la comunicación en tiempo real y hasta con imagen por zoom u otras plataformas. Por eso, llama la atención que un ministro se haya enterado de su cese al ver por la televisión juramentando a su sucesor, o que a otro se le comunique la decisión a través de un simple mensaje de WhatsApp. Muchas veces son exagerados los protocolos y la circunstancia hace necesario omitirlos, pero hay formas de poner en salvaguarda el respeto y la consideración. Se llaman buenas maneras.
La inexperiencia en cuestiones políticas y el apremio pueden inducir a las autoridades a recurrir a estos mecanismos informales, a estos atajos irregulares, pero los errores se deben corregir. Para eso están los equipos de asesores, especialmente los de comunicación e imagen, que tienen las fórmulas indicadas para cada situación.
Hasta el gobierno de Francisco Sagasti, algunos ministros, según la coyuntura y el interés de los temas, daban conferencias al paso en el Patio de Honor de Palacio de Gobierno, costumbre que ahora están imitando las bancadas en el Congreso, donde los legisladores declaran en el frontis de la puerta principal del parlamento que da a la Plaza Bolívar.
No obstante, en la Casa de Pizarro ya no hay conferencias y solo algunos ministros informan a través de sus cuentas de Twitter o dan mensajes difundidos por los medios oficiales, sin preguntas ni respuestas. De tal manera que, al no funcionar la sala de prensa que quedaba ingresando por la puerta lateral de Palacio de Gobierno que da al jirón de la Unión, los periodistas ahora tienen que aguardar en la calle y acomodarse en sillas o mesitas a la espera de la salida de los ministros para abordarlos en ese molestoso enjambre que ya conocemos.
Otro caso es el de la presidenta del Consejo de Ministros, quien dio a conocer a la prensa que hoy se reuniría con la titular del Congreso para iniciar las rondas de diálogo con las bancadas de los partidos políticos y conversar lo que concierne a la cuestión de confianza. Sin embargo, la titular del Legislativo afirma que no habrá reunión porque no se le informó y no hubo coordinación, por lo que la cita tendría que realizarse la próxima semana. En estos tiempos ya no debe existir eso del “teléfono malogrado”. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.