Pese a que ahora, debido a la era digital, es más fácil y rápido el acceso a la información, las nuevas generaciones, lamentablemente, se caracterizan por su escaso conocimiento de las cosas. Esta tendencia no es ajena a la política. Hasta hace décadas, la mayoría de los congresistas, ministros, alcaldes, etc., tenían un amplio bagaje de conocimientos en cultura general, de historia, geografía, arte y otras materias. Y estaban al día con las noticias, especialmente las referidas a sus carreras profesionales o actividades. Los tiempos han cambiado y un ejemplo claro son nuestros parlamentarios de hoy, salvo honrosas excepciones contadas con los dedos de las manos, pues suelen estar desinformados.
En el debate del proyecto que busca crear un registro único de contribuyentes de publicidad digital, la congresista Isabel Cortez (Cambio Democrático-Juntos por el Perú), en una intervención un poco complicada porque era evidente su desconocimiento del tema, propuso que los influencers paguen impuestos. Parece que la legisladora y sus asesores no se han dado el trabajo de averiguar sobre el tema, pues lo que plantea que se haga ya se está realizando.
Resulta que desde el 2022, la Sunat incluyó el trabajo de los influencers dentro de la tercera categoría, como parte del Impuesto a la Renta (IR). De acuerdo a un estudio de la agencia Influencity, al 2020 en el Perú había alrededor de 73,000 influencers —ahora deben ser muchos más—, que generaban millones de soles. De tal manera que el aporte tributario de estas personas no es nada desdeñable. Es decir, los creadores de contenido en las diversas redes sociales como YouTube, Instagram, Facebook, Tiktok, Onlyfans, entre otras, están obligados a declarar sus impuestos.
Y no solo eso, Indecopi también fiscaliza a los influencers peruanos para que la publicidad que desarrollan en el entorno digital se ajuste a lo establecido en la Ley de Represión de la Competencia Desleal. Ello para que sean transparentes y responsables cuando promocionen productos o servicios.
Isabel Cortez, quien ingresó a la política usando el trampolín de la dirigencia sindical, es conocida por defender los derechos laborales. Lo que le correspondía, entonces, era luchar para que no se apliquen impuestos a los emprendedores que promocionan sus productos a través publicidad en las redes sociales, pues se corre el riesgo de que las nuevas disposiciones de la Sunat se conviertan en una de las tantas trabas que tiene este sector, que es muy importante en la reactivación económica. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.
