Opinión

El populismo local

El problema de la corrupción tiene un vínculo cercano al populismo sobre todo en países como él Perú.

Preocupa la explosiva mezcla de populismo con corrupción que se evidencia en funcionarios corruptos que se lanzan al Congreso; promesas de campaña falaces, mandatarios locales, regionales, y locales con sanciones.

Hoy a la Administración Pública se ingresa por interés clientelar; ya sea para transar votos por puestos de trabajo o para capturar los dineros públicos y ponerlos al servicio de rentas personales o de intereses particulares.

Pero esto nace desde cuando preferimos no esforzarnos por conseguir algo, cuando mentimos; cuando robamos y no nos esforzamos; cuando preferimos ser deshonestos; cuando pensamos que otros tienen la culpa de que no alcancemos el éxito.

Esta mentalidad y hábitos que tenemos los peruanos son el inicio o gen de la corrupción y el populismo.

En nuestro país, la deshonestidad es un problema grave, y esto se acentúa cuando un populista te ofrece que tú vas a vivir a expensas de otro, que te van a regalar con la redistribución, en resumen, que le van a quitar al que tiene para regalarte, porque él “no lo merece”.

Pero el populismo nace porque como país no hemos desarrollado virtudes que permitan la convivencia en vida civilizada y lo peor es que existen en el Perú personas que legitiman estos comportamientos e impiden que seamos un país desarrollado.

No creo en el populismo porque no creo que los cambios partan porque otros hagan las cosas, el cambioparte porque uno empieza a transformar su forma de ser en la vida.

Sí esperamos a un mesías que va cambiar todo, sin que hagamos ningún esfuerzo, entramos en la receta segura para la catástrofe económica, política y social, sino miremos lo que sucede en países como Venezuela, Argentina, Bolivia, etc.

Y si a esto le sumamos el complejo de víctima que empuja el populismo, el cóctel es perfecto para el desastre.

Todo lo que pasa en nuestro país, a pesar que tenemos infinidad de recursos, incluso más que los asiáticos y algunos europeos, es culpa siempre de otro país o de las oligarquías nacionales.

Esto es lo que el populismo explota y asegura que si nos ha ido mal en la vida no es culpa nuestra y por ello, nos van a regalar.

Por esto, es que la política populista es totalmente insostenible en el tiempo, gasto excesivo, inflación, etc.

No hay populista que no hable de la igualdad, pero cuando llegan al poder terminan robando y la desigualdad se incrementa, sino pregúntenle a Pedro Castillo, Hugo Chávez y Fidel Castro.

(*) Periodista y sociólogo

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