Opinión

El animal arrinconado

Por: Hugo Guerra Arteaga

No hay animal más peligroso que una rata arrinconada. Hay que atraparla con cuidado porque al menor descuido salta a la yugular. Hoy los peruanos somos los cazadores, Pedro Castillo es el roedor en apuros.

Las revelaciones periodísticas y la investigación fiscal lo confirman: el chotano es probablemente cabecilla de la organización criminal que nos gobierna. Su secretario Bruno Pacheco, su amiga Karelim López, su ex ministro Silva, sus sobrinos y muchos más son operadores de una red que se resiste a caer.

Se fugan, obstruyen la acción de la justicia y, como dice uno de sus abogados, “se ponen a buen recaudo”. El Ministerio Público recién se está recomponiendo; Pablo Sánchez apenas está reorientando una institución que fue petardeada por Zoraida Ávalos, la de los títulos falsos.

El Ministerio del Interior está en manos mafiosas, su titular Senmache ha demostrado ser cómplice al permitir que Juan Silva (el de los “cien grandes”) escape a vista y paciencia de una escolta burlada por orden superior.

La PNP es uno de los mejores cuerpos de seguridad del continente. Si estuviera mejor dotada haría maravillas en la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico y la corrupción. Pero no se le da el presupuesto ni las facilidades mínimas; tampoco hay voluntad política para restablecer el orden. La policía es hoy víctima de la premeditación del gobierno para agudizar las contradicciones sociales. Por eso no se movilizó a los efectivos indispensables para impedir la matanza de mineros en Atico, Arequipa. Y por eso se le impidió actuar para impedir la fuga de Silva.

Mientras tanto el país va a la deriva. El incontinente verbal Aníbal Torres sigue la confrontación contra el Congreso; mantiene la monserga de la constituyente; y es incapaz frente a la crisis económica que arriesga el reto de que caigamos en un drama alimentario.

Castillo, por su parte, mantiene más de 100 días de silencio con una prensa a la que odia; intenta no ser investigado por la fiscalía; contrata a una asesora colombiana para que maneje su deterioro moral; y en la cumbre de las Américas proclama la patanería de “América para los americanos”. Grita la política exterior que ideó James Monroe en 1823, algo que en el siglo XXI no repetiría ni la ultraderecha.

Pero la rueda de la historia gira positivamente. Castillo pronto va a caer. Lo que estamos viendo es más grave que los vídeos Kouri – Montesinos de mayo del 2000. El deterioro es tan grande que inclusive los restos de Perú Libre no se auto reconocen como partido oficialista, sino apenas como “aliados” del gobierno.

Pronto la vacancia o la destitución prosperarán en el Congreso. El régimen comunista va a implosionar, aunque el G2 cubano siga aplicando sus estratagemas delincuenciales. La dictadura no va a prosperar; delincuentes como Castillo, Cerrón, Bermejo, Bellido y cuantos atenten contra la integridad de nuestra patria terminarán presos.

Debemos ahora sumar esfuerzos. Basta de críticas idiotas sobre descoordinaciones en las marchas de protesta. La oposición tiene que forjar la unidad; debe limpiar sus filas y expulsar a los caviares; necesita prepararse para apoyar al próximo gobierno de transición.

Queda un fuerte trabajo, pero por fin vemos la luz al final del túnel. Avancemos investigación tras investigación hasta que sucumban Castillo y sus secuaces. Hasta que caigan todos los comunistas que han osado meterse con el destino del Perú.

(*) Analista político

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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