Con fecha 14 de Junio de 2023 la actual presidente de la República, Dina Boluarte, con motivo de las inminentes marchas, movilizaciones y protestas sociales anunciadas para el 19 de Julio del presente año, dijo en una declaración pública: “Llamo a esas personas que nuevamente están anunciando la tercera ‘Toma de Lima’ o la tercera toma del Perú, ¿cuántas muertes más quieren?, ¡por amor de Dios!. ¿Acaso no les duele en el alma haber perdido más de 60 personas en esas movilizaciones violentas, que ninguna de esas muertes la ha provocado ni la ha buscado el Gobierno?”.
De tales palabras ha sido destacada la expresión “¿Cuántas muertes más quieren?”, interpretándosela como una advertencia e incluso como una amenaza para las personas que van a participar en las marchas de protesta social que insistirían en la renuncia de la actual Jefe de Estado y en el adelanto de elecciones generales para los cargos de congresistas y Presidente de la República.
Lamentable frase en realidad y no propia del máximo representante de la Nación, de la máxima magistratura pública. Deleznable frase en realidad y no propia de la democracia ni de un Estado Constitucional de Derecho.
Craso error en el discurso de un gobernante en democracia expresarse de esa manera, pues, para comenzar, en lugar de ser un llamado a la calma se puede constituir en todo lo contrario, considerando que la actual presidente de la República se encuentra investigada en la actualidad por los asesinatos acontecidos en el sur del país desde diciembre del año pasado en el contexto de las primeras protestas sociales.
También es un craso error, pues participar en protestas sociales no puede significar, bajo ningún punto de vista, ser asesinado por las fuerzas del orden, ya que éstas solamente pueden matar en casos de legítima defensa, así como también los que participan en las marchas sociales tienen derecho a la legítima defensa, pues ésta es un derecho fundamental, de conformidad a lo dispuesto en el artículo 2, inciso 23 de la Constitución Política del Estado.
Finalmente, es un craso error que sin embargo tiene su explicación en el hecho que la actual mandataria de la Nación no tendría suficiente formación en conocimiento político; esto es, en ciencia, teoría y filosofía política, pues para conducir políticamente los destinos de un país no bastan los conocimientos en gestión pública.
(*) Analista político
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