Opinión

2023: Es hora de arriesgar

Por: José Castillo Carazas

Estamos acostumbrados en asociar los riesgos con las oportunidades. Es común decir que “el que no arriesga, no gana”. Pero quizás la pregunta del millón es ¿Cómo puedo saber hasta dónde se puede arriesgar?
Los riesgos, por definición, son situaciones que, de presentarse, pueden conducir a un daño. La mayor dificultad para gestionar un riesgo es la INCERTIDUMBRE. Las empresas, según el sector en el que se desarrollan y la actividad que realizan, gestionan sus riesgos a través de “planes de prevención”, los cuales buscan reducir (o eliminar) estos impactos no deseados.
El 2023 inicia para los peruanos con dos frentes; por un lado, la incertidumbre política y los conflictos sociales que impactan el desarrollo de los negocios. La coyuntura obliga a las empresas a que tomen medidas que aseguren su operación, la seguridad de sus colaboradores y el mantenimiento de sus activos; lo que termina resultado en inversiones de capital o incrementos en el gasto operativo originalmente no previstos. Por otro lado, en este escenario de “turbulencia”, aparecen las oportunidades de inversión.
Los grandes ganadores serán los que disponen o tienen acceso al capital. Los inversionistas privados podrán aprovechar tasas de interés en productos de renta fija que, después de tiempo, estarán en dos dígitos y los inversionistas de capital, tendrán la oportunidad de comprar “a descuento” negocios competidores más débiles u operaciones que les permitan consolidar la presencia de sus sectores.
Será sin duda un año de mucho movimiento en el mercado de inversión local, el empresario peruano, con un ADN optimista y resiliente, considera que “peor ya no vamos a poder estar” y; por lo tanto, es momento de “acelerar”. Aunque en estos momentos, es vital “estar en la cancha” y aplicar el “menos Excel y más acción”, no debemos olvidar que las oportunidades se aprovechan con capital disponible para invertir y, los inversionistas, no son tan optimistas en el Perú. Vivimos en un país que, desde un punto de vista de riesgos se percibe como inmaduro en términos políticos, ineficiente en su estructura estatal y altamente informal. Somos un país de Riesgo Alto. Asesorarse en la gestión de riesgos y elaborar planes de prevención permitirá a los empresarios generar mayor seguridad frente a sus potenciales inversionistas y facilitará el acceso al capital que precisamente permitirá aprovechar las oportunidades del mercado.
Un plan de prevención proyectará indicadores de performance que ayudarán a mantener una empresa con riesgos controlados, además, desarrollará una estrategia de acción que asegure la continuidad de la operación en todo aspecto. Aprovechemos las oportunidades de manera inteligente y no dejemos de evaluar y prevenir escenarios, como dice el lema Boy Scout hay que estar “SIEMPRE LISTOS”.

(*) Gerente General de BLANCO Sociedad Administradora de Fondos S.A.C.
(*) Miembro del Directorio de la UPAL. Es Contador Público Colegiado y Máster en Banca y Finanzas

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