Opinión

Castillo agravia a la Policía y a su patrona Santa Rosa de Lima

Por: Jorge del Castillo Gálvez

Esta semana ha sido muy dura con Pedro Castillo y su gobierno, al punto de ponerlo en jaque y motivar la generación de una tercera petición de vacancia.

El domingo 28, en la mañana, el pueblo de Tacna, de manera espontánea y en el transcurso de la procesión de la bandera en recuerdo al 93° aniversario de reincorporación de Tacna al seno de la Patria luego de 50 años de cautiverio, le dio una masiva demostración de repudio bajo el grito de “Fuera Castillo, Fuera”.

En la tarde, tuvo otro revés muy serio como la detención preventiva de su cuñada Yenifer Paredes por 30 meses, en lo que parece haberse demostrado la comisión de delitos y el constante peligro de fuga u obstrucción de la justicia, hecho puesto de manifiesto al haberse escabullido en Palacio de Gobierno del allanamiento y captura ejecutado por orden judicial. Creo que ese acto y la posterior información que no funcionaban tres de las cámaras de vigilancia y el ridículo argumento de “secreto de Estado”, motivaron la drástica decisión judicial, basada también en la colaboración eficaz de los hermanos Espino Lucana.

Este estado de cosas ha producido una crisis emocional que no le permite discernir con claridad al presidente; sigue confundiendo el bien del mal. Primero, pide directamente a nombre propio el pase a retiro de un oficial de la Policía por considerar que se ha excedido en el trámite del allanamiento; lo único que ha hecho es victimizar a un policía que fue el brazo derecho de la policía política de Vizcarra y que se prestó junto con los jefes de la época a una serie de actos que concluyeron con el cierre del Congreso del 30 de setiembre de 2019 dando un golpe de estado cuyas consecuencias vivimos ahora. ¿Quién será el cretino asesor que recomienda al presidente enfrentarse con un coronel?

Luego destituye al comando policial que recién tenía 3 meses en la función y el oscuro sétimo ministro del Interior va al Congreso a justificar lo inaceptable.

No puede dejar de mencionarse la humillación a la que somete al personal policial al pedirles que le amarren los zapatos y en Tacna le limpiaban el saco de los huevos aventados. Lo increíble es que se inicia una investigación al personal subalterno que más bien fue víctima del abuso de autoridad.

Pero los dos últimos estropicios han sido desairar el homenaje a la Policía Nacional y proponer un insólito proyecto de ley 2902/2022 que pretende declarar el 30 de agosto “Día de las Personas Desaparecidas”, justo el día tradicional de la Policía. Ya no sabemos si es burla o desafío.

Pero el desarraigo más grave es que ese día también es el Día de Santa Rosa de Lima y aspirar a sustituirla por los supuestos desaparecidos de la época del terrorismo que él llama “período de violencia” es una agresión a la tradición cristiana de nuestro pueblo y su santa peruana.

(*) Excongresista de la República

(*) Expresidente del Consejo de Ministros

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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