Opinión

“Agudizando las contradicciones”

Por: Richard Arce Cáceres

Parecería que la estrategia marxista de agudización de las contradicciones solo fue utilizada por marxistas, para generar el caos y aprovechar el alboroto –llegando hasta el extremo de la violencia- para imponer posiciones políticas o inclusive buscar rédito. La estrategia es válida, por la naturaleza del ser humano, que tiene que afrontar problemas muy serios para que recién reflexione y en su desesperación busque cualquier salida.

Basta ver la historia de las revoluciones del siglo XX, donde la estrategia funciono a la perfección, con los bolcheviques que encumbraron a Lenin en el poder o la revolución china con Mao Zedong, conquistando el poder después del sacrificio del pueblo chino, en medio del fuego cruzado de la II guerra mundial, entre sus colonizadores japoneses y sus nuevos aliados.

Mao le ganó la partida a Chiang Kai-shek, por su pasividad para enfrentar a los invasores japoneses, que los comunistas supieron capitalizar ese sentimiento nacionalista –curioso porque Chiang representaba al nacionalismo-. El tema de fondo es que Chiang no pudo representar los grandes cambios sociales y económicos que requería China para modernizarla.

Regresando a nuestro país, es evidente que esta estrategia marxista fue aplicada por sendero luminoso, en su demencial intención de tomar el poder en nuestro país a través de la violencia extrema. Felizmente fracasaron en sus delirios de poder, pero dejaron un halo de violencia que ha marcado a toda una generación de peruanos.

Pero no crean que esto es un asunto de izquierdistas o peor de comunistas, al contrario vemos en la coyuntura política actual la implementación de esta estrategia de “agudización de las contradicciones” que se ha puesto en práctica.

Sino revisen los proyectos de Ley de las contrarreformas de la SUNEDU y del Transporte, para darnos cuenta de su complicidad vergonzosa, esto sin contar la aquiescencia con los actos de corrupción en el Ejecutivo, con los congresistas denominados “niños” y los “topos”.

Mas evidencias para entender que la estrategia está viento en popa, es esta lucha fratricida en el Congreso, para la elección de la nueva mesa directiva.

Esta componenda política no tiene un director de orquesta, pero si sectores que pretenden capitalizar el escenario de crisis que estamos viviendo y por eso han puesto en práctica la estrategia marxista. No solo es Vladimir Cerrón, sino sus hijos putativos son los más entusiastas, Bermejo, Bellido y el ala magisterial.

Fíjense no más como todo se va armando para que el hermano de Acuña tenga posibilidades de ganar la mesa directiva, porque al otro lado tenemos a la extrema derecha, torpe por naturaleza, pero ahora además angurrienta de poder, sin importarles el país. Es un escenario ideal para las huestes de Cerrón e inclusive sería un salvavidas en esta crisis para Pedro Castillo.

No aprendimos nada de la historia, allí tienen a la oposición venezolana y el propio Chiang, desplazados por sus ambiciones y su exceso de confianza.

(*) Excongresista

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

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