Opinión

Los problemas en la educación

Por: Martín Valdivia Rodríguez

La turbulencia política está acaparando tanto la atención de la prensa y la opinión pública, que otros grandes problemas que urgen de medidas de solución lamentablemente pasan desapercibidos. Uno de ellos es el referido a la educación y las dificultades que tienen los alumnos para concretar las clases virtuales y para entenderlas. En su reciente exposición en el Congreso, el propio ministro Juan Cadillo dio a conocer una realidad alarmante. Reveló que, por ejemplo, como consecuencia de la pandemia los escolares estarían por debajo del nivel alcanzado en el 2012 en comprensión lectora. Quienes observaban con cierto entusiasmo las bondades de la educación virtual y creían que algún día podría reemplazar completamente a las clases presenciales –entre quienes parece estar el propio ministro– estarían desechando la idea.

Es que la figura del profesor, el tono de la voz, las miradas y los gestos, entre otros componentes de una clase presencial, no tienen comparación. Igual el énfasis, la retroalimentación, las charlas a la hora del recreo. O las exposiciones, los exámenes orales o escritos, sin los obstáculos de la distancia, la conectividad, el automatismo de la tecnología y otros subterfugios de la educación virtual.

La pérdida de aprendizaje es de tal magnitud, que 2 de cada 3 alumnos no estarían entendiendo las clases. El problema parece ser no solo la falta de conectividad de internet o las dificultades para la misma, sino también el propio nivel de eficiencia de la vía virtual para la educación que, se está comprobando, no se iguala a la presencial. El mismo Cadillo advirtió que, como consecuencia de estos problemas, más de 705 mil niños están en peligro de perder el año y 319 mil podrían no volver a las aulas el próximo año. Es obvio que estos problemas no son solo consecuencia de las dificultades de la educación a distancia, sino también de los efectos psicológicos de la pandemia, como el estrés, por lo que el tema se tiene que abordar de manera integral.

No es que se deba prescindir de la educación virtual, pues está claro que tiene sus ventajas y ha resultado la mejor alternativa durante la pandemia ante la imposibilidad de que los alumnos acudan a los colegios. La tecnología es y seguirá siendo un importante complemento en la educación, pero no logrará desplazar al maestro de aula. Es una realidad sobre la que ya se deben estar planteando esquemas y mecanismos de trabajo para mejorar el proceso enseñanza-aprendizaje. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

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