Opinión

Vacunagate ¿A quién se protege o qué se protege?

Por: Lesly Llatas Ramirez

Tras el escándalo suscitado por el tema del vacunagate que involucra a exministros de Estado, altos funcionarios públicos, entre otros, no se debe perder de vista la posición asumida por la excanciller Elizabeth Astete, quien el pasado 22 de marzo declaró ante la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso de la República que acudió a vacunarse con el convencimiento de que se trataba de un procedimiento regular, en un acto público, con la anuencia del presidente Francisco Sagasti, a quien le explicó las razones por las cuales se iba a vacunar; además de ser consciente del error que cometió. ¿Error o delito? Por su parte, la exministra de Salud, Pilar Mazzetti Soler, reiteró ante la subcomisión que la decisión de vacunarse solo fue suya, que no se debió a la influencia de ninguna persona, funcionario ni empresa y que ha sido motivada por la situación tan compleja del COVID-19.

Es curioso, porque ambas han compartido el mismo gabinete ministerial, durante el mismo periodo y renunciaron casi simultáneamente. Resulta contradictorio que la exministra de Salud, a quien tanto elogió el presidente Sagasti y a quien defendió pese a que muchos pedían su salida del gabinete, no le haya comentado siquiera que se había vacunado, siendo la entonces encargada de manejar la política sectorial de Salud y quien además daba las conferencias de prensa para informar el tema de vacunas y la situación del COVID en el Perú.

La existencia de dosis adicionales de vacunas sí era una información relevante que no podía ser ocultada al presidente y eso nos lleva a estos escenarios: ¿Ocultamiento de información? ¿Una simple deslealtad? ¿Cinismo? ¿O se está protegiendo algo o a alguien?

La excanciller “se fue con todo”, presentándose otros escenarios: ¿El presidente Sagasti estaba o no enterado de las vacunas irregulares? ¿Sabía de las dosis adicionales de vacunas? ¿Por qué la excanciller involucra al presidente en su descargo mientras que en su renuncia, que más pareciera ser una autoinculpación, no dice nada sobre el presidente? ¿Por qué ella sí consulta y la otra no?

Con la declaración de la excanciller pareciera más bien que no se quisiera hundir sola o simplemente dice la verdad, pero una verdad que sin duda tiene que ser corroborada para que tenga consistencia legal. Por su parte, el presidente Sagasti lo ha negado todo en relación a las vacunas irregulares y el dar consentimiento a cualquier persona para vacunarse.

Exigimos a nuestras autoridades una investigación rápida, transparente, con las sanciones que correspondan. Las víctimas fuimos todos los peruanos y las peruanas.

(*) Mg. Derecho Constitucional y Derechos Humanos

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

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