Hace tres semanas escribí el artículo “Incapacidad moral permanente”, afirmando que a mi juicio se había configurado el concepto que constituiría la causal de vacancia presidencial y se refería a la contradicción antiética que Pedro Castillo había afirmado solemnemente el 28 de julio ante el Congreso que respetaría la institucionalidad de las FF.AA. y los ascensos serían por mérito y no por amiguismo. En la práctica hizo todo lo contrario, lo que lo descalificaba moralmente como gobernante.
Esto era el corolario de una serie de despropósitos y actos de mal gobierno que están llevando al Perú a un despeñadero: impresentable gabinete Bellido, alza del dólar por irresponsabilidad gubernamental, fuga de capitales, incremento del costo de vida, todo ello por irresponsabilidad gubernamental; nombramiento de sujetos no calificados como Ministros de Estado; designación de altos funcionarios con graves antecedentes que se ven obligados a renunciar al día siguiente; abandono de la línea democrática en las relaciones internacionales; amenazas a la libertad de expresión y prensa, etc.
A todo esto, se suma el insólito descubrimiento de 20 mil dólares en un baño de Palacio de Gobierno perteneciente a la Secretaría General a cargo de Bruno Pacheco y luego el descubrimiento de visitas clandestinas de Funcionarios públicos y ganadores de licitaciones, gracias, aparentemente a un dato de corral, que le permitió al postor ofrecer, diez minutos después de la oferta del otro postor, la suma de S/ 0.27 por debajo, para que así gane la licitación la amiga del presidente.
Lo peor de todo es que la respuesta de Pedro Castillo solo reafirma la realización de estos hechos que él explica como “reuniones de carácter personal” y ni una palabra sobre la bolsa que ingresa a Palacio abultada y sale adelgazada.
La acumulación de estos hechos, mucho más graves a los existentes durante las solicitudes de vacancia a PPK y Vizcarra, llevan a la convicción de que lo que le conviene al país es que Pedro Castillo Terrones deje la presidencia de la república, de una forma u otra.
El martes 7 se debe votar la admisión de la moción de vacancia, requiere 52 votos, supongo que se van a lograr pues es fundamental que Castillo explique en el Congreso su comportamiento.
El siguiente paso es su defensa y luego la votación que para la procedencia exige 87 votos, difícil de alcanzar, pero en el Perú de hoy nada nos sorprende, máxime si la calle lo reclama y lleva al Congreso al pronunciamiento que corresponde por la vacancia.
Pero más allá de la vacancia, creo sinceramente que el presidente debería evaluar su pronta renuncia. Su gobierno se ha vuelto inviable, su bancada está a punto de abandonarlo, la incertidumbre sigue creciendo, las sospechas de actos de corrupción lo alcanzan, los supuestos aliados están allí para ver qué sacan y apenas puedan lo traicionarán, las encuestas señalan que está en caída libre, no sabe gobernar. ¡Está hundiendo al Perú! ¡No lo permitamos!
(*) Excongresista de la República
(*) Expresidente del Consejo de Ministros
(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.
