Opinión

Un mensaje que alejó temores

Por: Martín Valdivia Rodríguez

Fue una ceremonia de toma de mando diferente e inédita. Nunca antes un presidente de la República había acudido al hemiciclo del Congreso, para la ceremonia de juramentación y el mensaje a la Nación, luciendo un sombrero de campesino y vestimenta con motivos andinos. El potente simbolismo de la imagen del jefe de Estado, Pedro Castillo, estuvo a tono con el contenido del discurso. No hubo asomo del comunismo o terrorismo que le achacaron persistentemente durante toda la campaña electoral e incluso después de las elecciones.

Castillo aprovechó el Bicentenario para remontarse a tiempos ancestrales, a la época de los incas, para reafirmar su identidad y la dignidad de su raza, la heredad del Tawantinsuyo y, al mismo tiempo, recordar el saldo negativo de la conquista española, que truncó el avance de una civilización en desarrollo. El presidente habló con tanta sinceridad, que hasta el rey Felipe de España, que estaba al frente, aplaudió sus palabras. Por cierto, en la Madre Patria hay una corriente intelectual que coincide con el sentir de Castillo y proclama una reivindicación de América Latina.

El tema más espinoso, quizá, sea el concerniente a la economía. Castillo garantizó el respeto a la propiedad privada y aseguró que no se le expropiará sus ahorros, casas, autos ni ninguna pertenencia a nadie. El rechazo a esta posibilidad fue, precisamente, una de las banderas de lucha de los contrincantes del profesor.

Otro asunto de preocupación es la asamblea constituyente para cambiar la actual Constitución, una de las principales propuestas de Perú Libre. El profesor insistió en este planteamiento, pero dejó en claro que se hará en el estricto marco de la ley, lo que significa que una asamblea constituyente tendría que ser aprobada por el Congreso. Ya sabemos lo polarizado y fragmentado que quedó, luego de las elecciones, el Parlamento Nacional. Quienes creen que la Carta Magna no se debe modificar, pueden tener cierta tranquilidad, pues es difícil que la propuesta tenga el visto bueno del Congreso.

Los hospitales para las regiones, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica; la reprogramación de deudas de las Pymes; la reactivación del agro, y los trenes que surcarán la costa y la sierra, se tornan interesantes. Habría que conocer, eso sí, cuán viables son estas propuestas y si cuenta con los recursos para ejecutarlas. Esperamos que le vaya bien al presidente Castillo en su gestión que, según aseguró, terminará el 28 de julio del 2026. Esperamos que cumpla su “palabra de maestro”. Su éxito será también de todos los peruanos. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

 

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