Opinión

Insulto a la pobreza

Por: Insulto a la pobreza / Martín Valdivia Rodríguez

La indignación y el rechazo contra el incremento de sueldo de los congresistas son casi unánimes. Solo algunos parlamentarios se han mostrado a favor del aumento y varios señalan que, incluso, desconocían la decisión tomada por la Mesa Directiva en medio de una crisis económica que afecta los pobres y con un Congreso desacreditado y vapuleado por las grandes mayorías, según las últimas encuestas, que le da más del 90 % de desaprobación. Era, a todas luces, inapropiado e inoportuno adoptar esa medida.

Con ese aumento, los ingresos de los parlamentarios se elevan a aproximadamente 26 mil soles, por eso muchos lo consideran un insulto a la pobreza. Y no les falta razón. El último informe Índice de Condiciones Laborales 2023 de la Comisión de la Sociedad de Comercio Exterior (Comex Perú) indica que más de 7.5 millones de trabajadores peruanos, los que representan el 40 % de la Población Económicamente Activa (PEA), ganan menos de la Remuneración Mínima Vital, que actualmente está en 1,025 soles. En regiones como Puno, Huancavelica y Cajamarca, dicho porcentaje llega al 70 %, es decir, más de la mitad recibe una miseria en comparación con lo que gana cada uno de los 130 congresistas y los 5 parlamentarios andinos.

Según el portal del Congreso, el total del gasto del personal activo y los pensionistas de ese poder del Estado por remuneraciones y/o pensiones, bonificaciones y todos los conceptos considerados para el primer trimestre, al mes de marzo del año 2024, ascendió a 79 millones 841 mil 382.69 soles. Con el reciente aumento, en el Congreso y el Parlamento Andino se gastarán, solo en remuneraciones, 39 millones de soles, lo que significa que este concepto es aproximadamente la mitad de lo que en total se invierte. La existencia del Congreso de la República es imprescindible, eso nadie lo puede negar, pues su función es representar a la población, crear leyes y fiscalizar. Pero resulta que actualmente el Palacio Legislativo está infestado de “niños”, “mochasueldos” y otros personajes que, en vez de ejercer sus labores con eficiencia y responsabilidad, constituyen una carga para el Estado.

Debemos reconocer que, felizmente, hay unos cuantos congresistas, de varias bancadas, de derecha, centro e izquierda, que sí realizan su trabajo con esmero, honestidad y eficacia. Nuestro respeto y admiración para ellos. Y antes de finalizar, nuestro saludo a todos los trabajadores del Perú. A los obreros, taxistas, comerciantes, maestros y otros técnicos y profesionales que, desde su trinchera laboral, luchan por sus familias y el país. Un fuerte abrazo para todos.Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

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