Llegó el nuevo largometraje de James Wan a los cines nacionales, Maligno, del aclamado director de películas exitosas en taquilla como Aquaman y Rápidos y Furiosos 7 pero principalmente reconocido a nivel mundial por ser el creador de la saga de terror Saw: El juego del miedo, e involucrado también en todas las películas de Insidious: La noche del demonio y El Conjuro. Con su nuevo filme titulado Maligno, James Wan retoma su puesto de director en cintas de terror, tras haber dirigido dentro de este género por última vez en El Conjuro 2 estrenada en el año 2016.
El filme es una mezcla rara que trata de darnos terror y suspenso pero que transmite mucha ciencia ficción, sobre todo este último género que menciono es algo inesperado para los que esperaban un terror clásico acostumbrado a la filmografía del director, que se ha basado anteriormente en contar historias ingeniosas y en ocasiones apoyándose en leyendas urbanas para luego venderlas con el clásico “basado en hechos reales”. Aquí no tenemos dicho marketing por parte de Warner Brothers, y aparece un factor gravísimo, tampoco está presente ese ingenio que lo catapultó a la fama al director. Uno pensaría que Maligno sería el inicio de una nueva saga exitosa de terror de James Wan, pero conforme el metraje del filme va avanzando uno se va dando cuenta que la dirección de la película va hacia los clásicos clichés del género y que no propone absolutamente nada novedoso más que la introducción de un personaje terrorífico más cercano a un supervillano de DC cómics que a uno de terror.
La historia cuenta con la actriz Annabelle Wallis como protagonista, quien deslumbró en la serie inglesa Peaky Blinders, pues todo ese talento que ella tiene aquí no se le encuentra por ningún lugar, su actuación pasa totalmente al olvido. Es cierto que su personaje tiene un giro de tuerca muy bueno en la película, pero más allá de eso, no se brinda nada más. La producción y los efectos especiales del filme es quizá lo único rescatable, la experiencia de James Wan es la que al menos logra que sea entretenida a la vista. Al igual que la actuación de la actriz protagonista, esta película también correrá la misma mala suerte. No hay por donde sostenerla para no destrozarla por completo, y es que no se entiende lo que quiso realizar el director y cómo es que pudo ejecutarla de tan pésima manera. Además, no brinda terror ni suspenso, nos da gore, es decir, sangre explícita cómo para recordarnos que estamos en una película de horror para mayores de edad y que no estamos viendo la serie juvenil Stranger Things. Maligno es un filme que también recuerda a la serie de Los Expedientes secretos X pero mal elaborado y que nadie esperaba ni mucho menos pidió.
Finalmente, la película no cumple con las expectativas, nos cuenta una historia rara que va empeorando en su desarrollo llegando a convertirse en ridícula y parodiable. Para ponerle la cereza al postre, cuenta con un desenlace poco veraz e inentendible donde todo ocurre y se soluciona de forma conveniente por la magia del guion. El gran error del director sin duda ha sido intentar traernos al cine una historia de algún villano de un superhéroe cualquiera de un cómic y tratar de convertirlo en el personaje principal de esta historia de terror, teniéndose demasiada confianza en sí mismo para pensar que lograría cometer su objetivo característico en este género. Es de las peores películas de la filmografía de James Wan.
CALIFICACIÓN: MALA 
