En 1975 se publicó el libro Cry Macho del autor N. Richard Nash, la idea original del escritor fue vender su guion a las industrias del cine estadounidense, pero ninguna empresa se atrevió a llevarla a la pantalla grande y debido a este rechazo se terminó editando y vendiendo en las librerías. La obra literaria recibió buenas críticas y los estudios cinematográficos se interesaron en la adaptación, incluso llegando a comprar los derechos, pero sin suerte a través de los años para concretar su filmación. Muchos actores de renombre se interesaron en protagonizarlo, entre ellos Clint Eastwood, quien rechazó el papel a fines de los años 80’ para actuar en The Dead Pool (1988). Ahora, treinta y tres años después, a Eastwood finalmente lo vemos interpretando a Mike Milo, una ex estrella de rodeo que viene de capa caída y que es mandado a México por su ex jefe con el fin de traer de vuelta a su menor hijo, quien está en custodia de su madre alcohólica.
La película está dirigida, producida y actuada por Clint Eastwood con guión de Nick Schenk, anteriormente ellos habían colaborado juntos en películas como la recordada y elogiada Gran Torino y la reciente La Mula del 2018, que fue un éxito mundial en taquilla y en críticas. Esta nueva asociación de los responsables del filme nos traslada al año 1978, trayéndonos una producción muy buena: vestimentas, autos, y locaciones muy acordes que tratan de recrear aquellas lejanas épocas.
El reparto del filme se decanta en su mayoría por mexicanos como el caso de los coprotagonistas Eduardo Minett y Natalia Traven y la integración de la chilena Fernanda Urejola, quienes le dan ese toque latino a la película con una performance satisfactoria. La historia lastimosamente, aunque es entretenida para su hora y 44 minutos de duración, carece de acción o de momentos memorables para el espectador, incluso la lección sobre los ‘machos’ se basa en muchas palabras y en pocas acciones, hubiese sido mejor explorable y más anecdótico si se realizaba de forma contraria. Agregar que, con 91 años de edad, Clint Eastwood nos trae este filme peculiar y distintivo en su filmografía, en la que probablemente sea su último show y quizá por ello se haya decantado por traernos un producto más tranquilo y armonial en comparación con sus películas pasadas.
Concluyendo, Cry Macho es un largometraje para pasar el momento y que lastimosamente para el deleite de los cinéfilos y seguidores de la filmografía de Clint Eastwood, es un producto del que se esperaba mucho más. Una película que no logra dar un sobresalto, el que uno esperaba en cualquier momento del filme, y que nos deja un poco decepcionados si lo comparamos con sus largometrajes recientes, las grandiosas Gran Torino y La Mula. Sin embargo, hay que rescatar que es una película entretenida con momentos graciosos y con una música particular muy peculiar que le da un plus a la vivencia de la película. La producción del filme esta muy bien cuidado, la fotografía y planos que tenemos están bien plasmados, mientras que la dirección por parte de Clint Eastwood está impecable. No obstante, una mejor elaboración en la historia hubiese sido de gran ayuda para catalogar al film como uno transcendente, importante o convertirla en más disfrutable, ya que presenta momentos irregulares.
CALIFICACIÓN: REGULAR 
