Opinión

¡Renuncia ya!

Por: Jorge del Castillo Gálvez

Cada día es más grande el clamor popular para que el presidente de la República renuncie al cargo para el cual fue elegido. Y este pedido, que viene de diversas personas y partes del país, va creciendo como una ola que no puede desatenderse solo por el afán de un grupo de gentes que tienen el interés de retener el poder a cualquier precio.

El Perú ha devenido en ingobernable en estas circunstancias, está totalmente polarizada la ciudadanía en un nivel de confrontación sumamente peligroso, agudizada por el hecho que estamos en un punto muerto.

El Congreso no puede vacar a Pedro Castillo y este no puede cerrar el Congreso como vociferan sus cada vez menos partidarios en las calles. Ya sabemos que la no vacancia se debe a los votos comprometidos con la repartija del gabinete que les asegura 44 votos, a los que se suman algunos votos comprados o comprometidos de forma oscura.

Pedro Castillo no puede cerrar el Congreso por no haber causal para ello, y si lo hiciera a la bruta, abriría una puerta insurgente de incalculables consecuencias.

Recientes hechos de corrupción denunciados por Karelim López y otros extraños personajes; la no ubicación del ex secretario general Pacheco y la fuga de los sobrinos, ha puesto contra la pared al régimen, al punto que se han visto precisados a enviar un señuelo llamado “Referéndum para crear una Asamblea Constituyente” que ha abierto un debate absurdo, pues esa iniciativa no tiene futuro alguno.

Por el lado del Ejecutivo seguimos de mal en peor; no han sabido qué hacer ante el incremento de precios de productos básicos, como alimentos y combustibles; las recetas tardías y/o equivocadas como la reducción del IGV sin entender que este es un impuesto cascada, ha fracasado. Nadie les hace caso.

El climax del desgobierno llegó cuando aplicaron la doble dosis de vacuna a miles de personas, entre ellas a médicos que resultaron muy afectados por esta severa negligencia y de paso no se sabe nada hasta ahora de responsabilidades.

El Padre Omar, comprometido sacerdote que ejerce en zonas marginales de Lima, ha hecho una declaración contundente demandando la renuncia de Castillo Terrones y ha subrayado una sentencia: “ señor Castillo le pido renuncie, está destruyendo nuestro país, la primera corrupción es aceptar un cargo para el cual uno no está preparado ni capacitado”.

Por tanto, es deber de los sectores democráticos explorar las posibilidades de lograr un acuerdo político que permita una salida, para restablecer el orden, la salud pública y la economía.

Hacemos un llamado en ese sentido y confiamos que prevalezca el interés nacional sobre los intereses individuales para que con gran muestra de desprendimiento, como lo ha señalado la presidenta del Congreso, tengamos que renovar las autoridades tanto a nivel del Ejecutivo como del Congreso mediante Elecciones Generales.

(*) Excongresista de la República

(*) Expresidente del Consejo de Ministros

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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