Opinión

¿Regiones o departamentos?

Por: Martín Valdivia Rodríguez

Antes de que los candidatos, sus técnicos y los analistas empezaran a hablar de la ineficiencia de los gobiernos regionales, en esta columna ya habíamos puesto los reflectores en ese espinoso tema. “Son esas poblaciones del Perú profundo las que reclaman atención a través del voto porque no solo el gobierno central las ve con indiferencia, sino que también hacen lo mismo sus propias autoridades locales y regionales (…). Los gobiernos regionales, salvo honrosas excepciones, hasta el momento no han sido solución para el centralismo”, escribíamos. En los debates, los candidatos presidenciales dejaron en claro ciertos detalles e hicieron algunas promesas, pero el tema es más complejo de lo que parece.

“No se dice departamento, se dice región. Ya no existen los departamentos”, se escucha decir con frecuencia. Sin embargo, si bien está muy extendido el término región, es totalmente incorrecto decir que no se puede hablar de departamentos.

Los departamentos siguen siendo la base de la división político administrativa del territorio peruano, según la Constitución. La prueba está en que no existe ningún documento oficial, ya sea decreto legislativo o resolución suprema, que haya creado las regiones. Del mismo modo, tampoco hay ninguna ley que haya derogado los departamentos.

Sin embargo, sí existe una resolución que ha creado los gobiernos regionales, mas no las regiones. Es algo insólito, ¿cómo puede un país crear gobiernos regionales, pero no regiones?

Según el artículo 189 de la Constitución, “el territorio de la República está integrado por regiones, departamentos, provincias y distritos (…)”. Se mencionan regiones y departamentos, en ese orden, de manera excluyente. Eso significa que los distritos están agrupados en provincias, estas en departamentos y estos en regiones. Conclusión: las regiones deben estar integradas por dos o más departamentos.

Desbarajustes de este nivel hay en nuestras leyes. ¿Cómo puede, entonces, diseñarse y ejecutarse un proceso de descentralización si no contamos con una legislación precisa y definitiva? Si bien esta incoherencia no tiene efecto legal, sí lo puede tener en los aspectos económico, cultural, social y hasta étnico. Nuestro país no solo es pluricultural y multirracial, también tiene agentes económicos diversos y particulares. El próximo gobierno tiene la obligación de echar una mirada de una vez al Perú profundo. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

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