Opinión

Perú y Ecuador: El efecto espejo

Por: Martín Valdivia Rodríguez

Qué triste es liderar un ranking cuando no es una clasificación de asuntos para enorgullecerse, sino, por el contrario, causan vergüenza. Perú y Ecuador empatan en el primer lugar, con un preocupante 47%, en la lista de países de Latinoamérica donde al menos un miembro de la familia ha sido víctima de asalto y robo en los últimos cuatro meses. Así lo establece la última encuesta de CID Gallup, una consultora internacional con cobertura en todo el continente.

En este tipo de tablas lo ideal es estar en el último lugar, pero nuestro país comparte el primer puesto con Ecuador, un país con el que, curiosamente, tenemos en común la existencia de altos índices de corrupción y una recurrente inestabilidad política. La delincuencia común, la corrupción, la extrema beligerancia política y la convulsión social son como una bomba que en algún momento explota y causa el caos en un país.

En las últimas décadas, Ecuador también ha tenido gobiernos interrumpidos, ya sea por golpe de Estado o renuncia, pues ahí tenemos, por ejemplo, Abdalá Bucarám, Jamil Mahuad, Lucio Gutiérrez y Guillermo Lasso. En Perú, todos los expresidentes electos, desde 1995, han tenido problemas con la justicia o han estado presos; y en sólo cuatro años (2018 – 2022) hemos tenido seis mandatarios, pues recordemos que PPK renunció en el 2018 y luego llegaron Martín Vizcarra, Manuel Merino, Francisco Sagasti, Pedro Castillo y Dina Boluarte (2022).

La última crisis que enfrentó Ecuador ocurrió hace menos de dos meses, el 9 de enero pasado, cuando el presidente accidental, Daniel Noboa, decretó el estado de excepción ante la ola de asesinatos y atentados con explosivos en cárceles y en calles. Ya antes, en mayo del 2023, el entonces jefe de Estado, Guillermo Lasso, agobiado por la crisis de inseguridad ciudadana que devino en el asesinado del periodista Fernando Villavicencio, había decretado la llamada “muerte cruzada”, disolviendo el Congreso y convocando a elecciones presidenciales adelantadas

. Hoy, Ecuador enfrenta una crisis política, económica y de seguridad ciudadana. Y Perú también. Y, otra coincidencia, en ambos países se ha puesto al descubierto una alarmante corrupción en una especie de ping pong entre el sistema judicial —especialmente el Ministerio Público— y el Poder Legislativo. ¿Habrán detectado esta suerte de efecto espejo entre Perú y Ecuador los asesores del Gobierno, esos que le aconsejaron a Dina Boluarte lanzar caramelitos o decir que es la “mamá de todos los peruanos”? Hay que pensar, analizar, para tomar las decisiones correctas. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

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