El Perú en su zona sur, principalmente Puno, Arequipa y Madre de Dios, es un gran productor de oro, pero gran parte, aproximadamente 50 Toneladas por año se pasan clandestinamente a Bolivia, que de una producción de 12 Tm hace diez años, ha subido 60 Tm, siendo ese incremento el oro peruano, que aquí no lo queremos recibir y en Bolivia lo hacen con las arcas abiertas.
Cada año entre 40 a 50 toneladas de oro peruano se pasa a Bolivia sin pagar impuestos ni cumplir ninguna ley. Los bolivianos para regularizar estas compras, a través del diputado Sandro Ramírez Ríos han presentado el proyecto de ley 219/22-23, convertido en Ley 1503 publicada el 5 de mayo pasado para compra de oro destinado al fortalecimiento de las reservas internacionales (léase compra de oro peruano), sin impuestos y pagadero a precios internacionales.
Pero hace un par de meses, a raíz de la crisis económica boliviana producida por el gobierno del MAS, se han quedado sin dólares, lo cual afecta severamente la adquisición de oro en el Perú.
Las reservas internacionales netas RIN de Bolivia están en 3,538 millones de dólares, en el 2014 eran 15,122 millones de dólares.
Esto ha producido un embalse de oro peruano que nuestro país no aprovecha por las normas y regulaciones de carácter ambiental o de otro tipo que impiden su ingreso normal al mercado nacional y han venido alentando que se vaya a Bolivia. Es el momento de aprovechar por el Perú, para desembalsar toneladas de oro pero hacia nuestro lado.
Obviamente, también es una gran oportunidad para diseñar un programa de formalización factible que no caiga en las barreras burocráticas que han hecho fracasar a todos los procesos anteriores.
La existencia de ese oro peruano es una realidad, lo tomamos o lo dejamos para que se vaya a Bolivia o a cualquier lugar, lo cual sucederá porque siempre la informalidad encuentra sus salidas sin beneficiar a nadie. Las acciones de interdicción con explosivos y de carácter militar y policial han fracasado, más bien han hecho que los mineros se internen más en la selva sin que puedan ser detenidos y causando más daño ambiental.
No es una mala idea que el Banco Central de Reserva abra una División del Oro y adquiera a precios de mercado ese oro peruano, que abone sus impuestos y se someta a un proceso de formalización viable en beneficio del medio ambiente y los derechos de los trabajadores.
Esto requiere una decisión política que el gobierno debe asumir y que podría contribuir a la paz social, la prosperidad y el desarrollo del sur del país. Es el momento, después puede ser muy tarde.
(*) Expresidente del Consejo de Ministros
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