Todavía está por analizarse las terribles consecuencias de las indecisiones presidenciales y los actos del premierato de Guido Bellido, personaje impresentable que nunca pasó de ser un agitador callejero, nombrado allí por el contubernio entre Pedro Castillo y Vladimir Cerrón.
Cada barbaridad que hablaba este sujeto, amenazando con expropiar los yacimientos de Camisea, la segunda reforma agraria, agraviando a las mujeres, despidiendo a Iber Maraví y luego defendiéndolo en el Congreso, amenazando con no renunciar y plantear cuestiones de confianza, emplazando a su propio presidente (“ya cumplí con enviar nombramiento de Julio Velarde al BCR”), burlándose de algunos periodistas poco preparados; tenía implicancias en el costo de vida de la gente pobre que decía defender.
Fue gracias a Bellido que el dólar se dispara, saltando en un momento hasta 4.15. El BCR tiene que aportar el 10% de sus reservas para contener el alza; todo por la incertidumbre provocada por las indecisiones del presidente y los tremendismos, por llamarlos de alguna manera, del Primer Ministro. Los ahorristas peruanos sacaron del país aproximadamente 15,000 millones de dólares.
Los precios de los productos de primera necesidad se elevaron, empezando por aquellos que son importados, lo que finalmente redunda en todo el consumo. Lo más notorio es el pollo, que se alimenta con maíz importado, el GLP doméstico y vehicular que está referenciado al tipo de cambio y que ha vuelto a subir pese al fondo de compensación, el pan que ha subido de precio y bajado de peso que se elabora con harina importada en 90%, el aceite, los fideos, la electricidad, los pasajes urbanos e interurbanos, los fletes de carga, etc.
Finalmente, la salida de Bellido y el nombramiento de Velarde han contenido por ahora el alza del dólar y ha bajado algo, pero no tengo duda que los precios de alimentos y bienes de consumo ya no bajarán a su nivel anterior.
La pregunta es, ¿cuánto le ha costado al Estado y a todos los peruanos, empezando por los más pobres, el experimento fallido de poner a un comunista incompetente en un puesto tan importante?
Ahora tenemos un nuevo gabinete, ¿será capaz de modificar este impacto?, difícil, pero mejor esperamos con poca confianza y vigilantes, pero en lo que sí son reincidentes es en otros nombramientos. Hace 10 días en Sacsayhuamán presentaron al ministro Cadillo de Educación como “uno de los 50 mejores profesores del mundo”, pero lo subrogan por whatsapp y nombran a un dirigente ultra que dice no a la meritocracia; salimos del terruco Maraví pero nombran en el Interior a Barranzuela, abogado de Cerrón, Bellido y asesor de los cocaleros del VRAEM. El exfiscal Carrasco debe estarse arrepintiendo de haber salido del Ministerio Público, perdió soga y cabra.
La nueva Premier, para bajar tensiones, ha relativizado la Asamblea Constituyente (no es prioridad), pero no significa que piense distinto, por algo llegó al Congreso por el Frente Amplio y se convirtió en colaboradora de Martín Vizcarra. Si bien tendremos mejores formas, en el fondo es más de lo mismo.
(*) Excongresista de la República
(*) Expresidente del Consejo de Ministros
(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.
