Opinión

Pasión de multitudes (I)

Por: Martín Valdivia Rodríguez

Mañana juega Perú contra Argentina y, por una razón especial, tenemos sentimientos encontrados. A veces, como en esta ocasión, el corazón se divide en dos. En realidad no deben mezclarse el fútbol y la política, pero, por más que lo nuestro es el análisis y la opinión sobre la realidad social, económica y cultural del país, no podemos sustraernos de la pasión que mueve el deporte más popular del mundo.

Jorge Luis Borges decía que la literatura es orden y aventura. César Luis Menotti, entrenador que llevó a Argentina a coronarse campeón del mundo en 1978, parafraseando a Borges, afirmaba que el fútbol también es “orden y aventura”. Orden es disciplina táctica y estratégica, mientras que aventura, asumir riesgos, sacar a relucir el talento y la creatividad para romper la rigidez de los esquemas y lograr un objetivo.

Sin aventura, Maradona no hubiera parado la pelota en cancha argentina para hacer un enganche y llevarse a dos jugadores rivales, trasponer la línea del mediocampo y, con vertiginosos e imprevisibles amagues, dejar regados sobre el césped a otros seis hombres, incluido el arquero Shilton, para finalmente convertirle a Inglaterra, en México 86, el gol más bonito del mundo.

Al equipo de Juan Máximo Reynoso le faltan esas dos cosas: orden y aventura. Orden en el fondo, en la retaguardia, para ajustar oportunamente las clavijas cuando el rival asoma con peligro. Se notó en el único gol que nos marcó Brasil con centro de Neymar para la aparición de Marquiños, que peinó el balón y venció a Gallese. También en el segundo tanto de Chile, que en realidad fue autogol de Marco López. Ambos goles vinieron, curiosamente, de pelota parada, de un centro de tiro de esquina, jugada que es cuando en un sistema defensivo se debe aplicar el orden con exactitud milimétrica.

Adelante, en el ataque, a Perú también le falta aventura. Es decir, atrevimiento, osadía y también desfachatez, que en el fútbol es una virtud. Decía el propio Menotti, a quien aplicar la filosofía en el fútbol le ha dado grandes resultados, que este deporte es tiempo, espacio y engaño.

El fútbol peruano tiene estos tres atributos. Mañana, en el partido contra Argentina, Reynoso tiene que demostrar que es capaz de ir más allá de su esquema ultradefensivo para desempolvar el estilo de juego peruano. Eso es, precisamente, manejar el tiempo para el cambio de ritmo, habilidad para la creación de espacios en los contragolpes y los desbordes por las bandas, y desfachatez para el engaño en los regates, la cualidad principal del juego peruano. Así lo hizo Gareca. Quizá sea la última oportunidad de Reynoso. Mañana continuamos .Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

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