Opinión

¡No es lo mismo! Mucho cuidado con los gestores de fondos privados no regulados

Por: José Castillo Carazas

La semana pasada, el diario Gestión publicó un artículo en el que anunciaba que la Superintendencia del Mercado de Valores (“SMV”) fiscalizará a los fondos no regulados; esto como una reacción de las autoridades ante una serie de estafas piramidales que afectan la confianza en el mercado de valores.

Cabe resaltar que, como lo hemos explicado en otras columnas, una cosa es el riesgo del producto en el que una persona invierte y otra muy diferente es el riesgo de confiar los recursos a un gestor que no está supervisado. Por
lo general, los gestores no supervisados revisten sus operaciones con apariencias de “legalidad”, se filtran en círculos sociales y venden una idea de negocio asociada a una alta rentabilidad. Buscan aprovecharse de la necesidad de cierto sector de la población de alcanzar una renta sobre su dinero que le permita atender gastos para vivir y, luego de algunos meses o incluso años, el dinero desaparece porque la idea no es sostenible y los plazos de devolución de la inversión vencen.

Gestionar el patrimonio de una persona a través de administradores de fondos regulados es importante por múltiples razones que resumo a continuación:

1. Seguridad y Protección del Inversionista: Los gestores de fondos regulados (también llamados sociedades administradoras) están supervisados por la SMV. Esta supervisión genera un mayor nivel de seguridad y protección para los inversionistas, ya que los gestores deben cumplir con normativas específicas, requerimientos mínimos de capital y estándares éticos, contribuyendo a la integridad del mercado de capitales.

2. Transparencia y Divulgación de Información: Los gestores regulados están obligados a proporcionar información detallada y periódica sobre el desempeño de los fondos que administran, así como sobre cualquier hecho de importancia que afecte a una inversionista o potencial interesado. Adicionalmente, deben publicar información referida a la situación financiera y patrimonial de la propia gestora. En ambos casos se requiere una auditoría externa anual. Esto permite a los inversionistas tomar decisiones informadas y entender cómo se manejan sus activos.

3. Profesionalismo y Experiencia: Los gestores regulados suelen contar con profesionales financieros altamente calificados y con experiencia en la gestión de inversiones. Los accionistas, directores y gerentes no deben de tener impedimentos ante la SMV para ejercer sus cargos. Esto brinda a los inversionistas la confianza de que sus activos están siendo manejados por expertos que toman decisiones basadas en un análisis sólido y fundamentado.

4. Diversificación y Acceso a Oportunidades: Los gestores de fondos tienen la capacidad de diversificar las inversiones de manera efectiva, distribuyendo los recursos en diferentes activos y clases de activos en función al perfil de riesgos y tolerancia del inversionista, contribuyendo a tener un portafolio de inversión consistente.

5. Monitoreo Continuo: La supervisión constante por parte de las autoridades reguladoras implica un monitoreo regular de las actividades de los gestores de fondos. Esto ayuda a prevenir prácticas no éticas o fraudulentas, brindando una capa adicional de protección para los inversionistas.

En resumen, la gestión del patrimonio a través de gestores de fondos regulados proporciona seguridad, transparencia, profesionalismo y acceso a oportunidades de inversión de manera responsable y ética.

(*) Gerente General de BLANCO Sociedad Administradora de Fondos S.A.C. y miembro del Directorio de la UPAL. Es Contador Público Colegiado y Máster en Banca y Finanzas

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