Opinión

Nivel de la educación universitaria (I)

Por: Martín Valdivia Rodríguez

De vez en cuando, algunos programas televisivos y youtubers sondean cómo va el nivel de los estudiantes universitarios. Los periodistas se colocan en la calle o en las puertas de universidades, ya sean públicas o privadas, incluso esas donde las pensiones cuestan un ojo de la cara, para hacerles algunas preguntas a los alumnos y comprobar cómo va su sentido común, memoria y cultura general. Las preguntas no son rebuscadas o difíciles, sino muy sencillas, básicas, incluso de libros de primaria o secundaria, pero la mayoría de los universitarios no sabe las respuestas.

Algunos ejemplos. A un universitario le preguntan “qué significa la letra C en números romanos” y su respuesta fue 50 (la respuesta correcta es 100). A tres jóvenes que estaban juntas les preguntaron: “Según su origen, los alimentos se clasifican en tres grandes grupos…” y cada una dijo: menestras, carnes y cereales (la respuesta correcta es animal, vegetal y mineral). Y así, cuál es el animal más grande del mundo: el cóndor; de qué nacionalidad fue José de San Martín: español… ¡Increíble!

Ahora bien, la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) fue creada en el 2014, cuando el Tribunal Constitucional (TC) declaró en crisis el sistema universitario. Nació como un ente cuya función es proteger el derecho de los jóvenes a recibir educación superior de calidad.

Han pasado ocho años desde que la Sunedu entró en funcionamiento. Se cambió el sistema, pero ¿cuánto ha mejorado la calidad de la educación universitaria? Porque, al margen de los mecanismos burocráticos y estructuras organizacionales, el objetivo final debe ser ese, que los universitarios tengan una educación de calidad.

Dicen que el ejemplo empieza por casa. Revisamos la página de Facebook de la Sunedu y encontramos gruesos errores de ortografía y construcción gramatical. Dos ejemplos. Uno: “En #Arequipa, existe un proyecto universitario que busca articular políticas públicas para la erradicación de la violencia contra la mujer” (“coma criminal”, no va coma ante de verbo). Dos: “Este viernes estrenamos nuevo episodio, dedicado a las peruanas universitarias que cumplen el rol de madres y estudiantes a la misma vez” (“a la vez” significa simultáneamente, al mismo tiempo; escribir “a la misma vez” es redundante). ¿Mejoró el nivel de los profesionales de la Sunedu? Mañana continuamos. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

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