Opinión

La jugada táctica de Montesinos

Por: Martín Valdivia Rodríguez

Una jugada táctica, propia de un tablero de ajedrez, es la que hizo la defensa legal de Vladimiro Montesinos en el juicio por el homicidio calificado, con alevosía y desaparición forzada, de seis personas de Pampa de San José y Caraqueño, caso conocido como masacre de Pativilca. La Fiscalía pedía 25 años de cárcel en contra del exasesor del expresidente Alberto Fujimori, pero este decidió acogerse a la confesión anticipada y logró que no le apliquen una pena que hubiera impedido que salga en libertad el 2026, como está previsto.

Vladimiro Montesinos fue detenido a mediados del 2001 en Venezuela y de inmediato el entonces gobierno de Hugo Chávez procedió a deportarlo a solicitud de las autoridades judiciales peruanas. Desde entonces estaba recluido en la Base Naval del Callao, pero en el 2021 fue trasladado al penal Ancón II por disposición del ahora expresidente Pedro Castillo, quien argumentó que “ninguna persona privada de su libertad tendrá algún privilegio”.

En consecuencia, Montesinos cumplirá su condena de 25 años de cárcel a mediados del 2026, dentro de dos años, por lo que ya debe estar contando los meses para recuperar su libertad. Por el caso Pativilca la Fiscalía pedía 25 años de cárcel y entonces el exasesor de inteligencia corría el riesgo pasar unos años más en prisión, si el juez lo decidía.

Había que hacer una jugada táctica para evitar que la nueva sentencia prolongue su estadía en el penal Ancón II. Entonces Montesinos se acogió a la conclusión o terminación anticipada, mecanismo por el cual el procesado admite su delito a cambio de tener una sentencia inmediata con la reducción de la pena. Finalmente, fue sentenció a 19 años y ocho meses de prisión.

La Sala, presidida por Miluska Cano, precisó que dicha pena se considera compurgada (ya cumplida), pues el acusado está en prisión desde el año 2001.

De esta manera, Montesinos evitó que el nuevo fallo judicial complique su salida de prisión entre junio y julio del 2026, cuando tenga 81 años de edad, pues en mayo próximo cumplirá 79. Pese a su edad y los años transcurridos en la cárcel, a Montesinos se le nota de buena salud y aún proyecta la rudeza de su personalidad, ese estilo de actuar que inspiraba respeto y temor durante el gobierno de Fujimori. No se descarta que asesore por ahí a algún político porque de que es astuto, inteligente y de buena muñeca política, no cabe duda. Otra cosa son las tropelías para las que utilizaba esas habilidades. Veremos cómo retoma su vida en libertad en el 2026. Pero, definitivamente, causará un remezón en las arenas políticas, no cabe duda. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

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