Un sociedad donde leer es aburrido, pero escuchar a Bud Bunny es de puta madre, nos degrada completamente y nos hace pensar que tenemos lo que merecemos. Seguimos eligiendo en base a la rabia, al odio, a la venganza, pero sin analizar ni reflexionar qué es lo que va a beneficiar a nuestro país, a nuestros hijos. Elegimos por la efervescencia del momento, creyendo en utopías revolucionarias que ya no se ajustan a estos tiempos, y que incluso nunca sirvieron como una solución en toda la extensión latinoamericana.
Es despreciable que manifestantes agredan a periodistas, bomberos y que destruyan el ornamento histórico de nuestra ciudad. Pero, sobre todo, es más despreciable que muera gente inocente a manos de vándalos, muchos de los cuales ni siquiera saben porqué quieren un cambio de Constitución, mientras sus azuzadores, quienes los impulsan a quemar la ciudad y a desestabilizar el país están atrincherados, viendo plácidamente como sus marionetas ponen el pecho y se arriesgan por una causa que solo busca retrasar más al Perú.
Cuál fue el beneficio de los bloqueos y agresiones entre peruanos. Solo hubo perdidas materiales, humanas y el obstáculo para el desarrollo económico, la educación y el deporte. El fútbol, la disciplina más popular en nuestro país, tuvo que suspender el inicio del campeonato, un ámbito en donde se generan muchos puestos de trabajo, en dónde hay familias que perciben sueldos para salir adelante. Bloquear significa que la educación de los lugares más recónditos del Perú no reciban materiales escolares, y todo se retrase. Bloquear es obstaculizar, obstruir, inmovilizar, impedir. ¡Qué quieren impedir! Que el país avance económicamente, que los insumos y alimentos no lleguen a su destino. Que una ambulancia no llegue a la emergencia para salvar una vida. Que los bomberos no rescaten vidas y eviten que el fuego se expanda poniendo en peligro el patrimonio nacional. ¿Eso quieren?. Entonces, merecemos lo que tenemos.
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