Opinión

Los retos de Dina Boluarte para el 2024

Por: Omar Chehade Moya

Si bien es cierto el régimen de la presidente Dina Boluarte es débil y con baja aprobación popular, también no es menos cierto que le queda todavía una larga mitad de gestión gubernamental, esto es, más de dos años y medio, que es bastante en materia de lo que puede construir, pero mucho más largo si quiere mantener al país en la inercia y apagando incendios políticos.

El Perú necesita más que una presidente, una lideresa, una estadista que no se vea opacada por el manejo poco claro de un presidente del Consejo de ministros, como el señor Luis Alberto Otárola, más preocupado en sus amigas, “las visitadoras” y en su rol de “Pantaléon” que en los problemas graves que sufre el país.

Que viaje la señora Boluarte al exterior como jefe de estado y represente al Perú ante otros países de diversos continentes para atraer inversiones y megaproyectos no es solo un derecho, sino una obligación de todo presidente de una nación, pero abusar de los viajes y dejar encargado el despacho a ministros más preocupados en intereses subalternos que en los reales problemas que asfixian a sus ciudadanos, resulta de una absurda negligencia.

Por ello, el principal reto de la señora Boluarte, es ejercer el cargo de presidente de la República a cabalidad, y esto es, según las atribuciones que le otorga nuestra Constitución Política: jefe de estado y jefe de gobierno al mismo tiempo (teniendo en cuenta que nuestra carta magna es de un sistema presidencialista, o semi presidencialista para otros, pero de ninguna manera es de un sistema parlamentarista en la que existe primer ministro que en la práctica es el jefe de gobierno)

La señora Boluarte debe entender que ella es jefe de estado, pero también jefe de gobierno, y que no puede ser suplantada en ese último rol por el presidente del Consejo de Ministros,que en teoría y en la practica es el vocero, el coordinador del gabinete ministerial, punto.

Al haberle dado super poderes a Otárola, ella pierde liderazgo y manejo en la conducción de la cosa pública del país. Desde mi punto de vista, debería darle las gracias por su gestión al señor Otárola y cambiar de presidente del Consejo de ministros, y a parte del gabinete, que oxigene y mejore la calidad de la gestión pública. Luego hay muchos retos por vencer, los riesgos del fenómeno del niño, mejorar la inversión y asegurar el crecimiento económico del Producto Bruto Interno que promediaba hace menos de una década arriba del 5% o 6%, que disminuya la pobreza en el Perú a menos del 20% como estaba antes de la maligna pandemia del COVID a comienzos del 2020. Por último, traer paz social y ayudar a mejorar la institucionalidad democrática tan venida a menos en los últimos tiempos por causa, entre otras cosas, de la corrupción. Señora presidente, lidere al país, y no deje que nadie usurpe sus legítimas funciones.

(*) Exvicepresidente del Perú.

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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