Opinión

Los correcaminos de la política

Por: Carlos Repetto Castro

Pareciese que está de moda en la clase política correrse de los problemas que ellos mismos crean. Esta moda “correlona” comenzó con el Moradito Guzmán que salió trotando luego de lo que pareciese haber sido un encuentro amoroso. Continuó con la cobarde escabullida del candidato a la presidencia de Unión por el Perú, José Vega que, amparado en la oscuridad del set y luego de balbucear unas palabras mal redactadas, se salió del debate nacional y ahora tenemos al “Amauta” (imagínense así lo quieren llamar a este señor) profesor Castillo, que con problemas suma y resta, que se corre de los debates con la señora Keiko Fujimori. La frase más recordada de la campaña será “no te corras Pedro, no te corras”.

Si hacemos un análisis nos daremos cuenta que los tres candidatos mencionados son de tendencia “izquierdosa” “roja”, dicen una cosa, se retractan, cambian, tratan de apelar a lo que el pueblo diga sin considerar en lo más mínimo la realidad. Populismo, demagogia y solo promesas vacías. Ahora tenemos propuestas como el libre acceso a las universidades para todos los estudiantes que se gradúan de secundaria, como si la infraestructura universitaria fuese infinita  y no hubiera un costo para enseñar a los universitarios; otra “gran propuesta” del señor Castillo (escudero del titiritero mayor Vladimir Cerrón sentenciado por corrupción) es dedicar 20% del PBI a salud y educación sin considerar que eso sería todo el presupuesto nacional, ¡increíble!

De verdad que es insólito lo que está pasando en nuestro país, ¿cómo hemos podido llegar a este nivel? ¿Será por ignorancia, o indolencia, o falta de capacidad? Algunos simpatizantes dicen: votaré por Castillo porque es “como yo”. Todos queremos que nuestros hijos se eduquen y tengan un mejor futuro, que sean mejores que nosotros, sin embargo, sería imposible lograrlo con un presidente que solo repite incesantemente “el pueblo, el pueblo” y ha demostrado que no tiene la capacidad, ni la formación para serlo. Me resisto a creer que peruanos quieran que sus hijos tengan como modelo, como figura máxima a una persona con esa formación tan deficitaria.

Esta situación es dañina para nuestra sociedad, pretende desunirnos como peruanos con este concepto de lucha de clases que lo único que ha traído en cualquier país ha sido muerte, destrucción y pobreza. No hay país alguno que haya logrado prosperidad y mejoría para su gente promoviendo el odio entre su población. Nuestra democracia está en peligro y todos tenemos que defenderla. ¡¡No te corras Pedro, no te corras!!

(*) Ingeniero Industrial Northeastern University, Boston MA USA, CIP 222992

Magíster en Administración y Finanzas, University of New Hampshire, Durham, NH USA

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

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