Opinión

Leche derramada

Por: Martín Valdivia Rodríguez

¿Qué pasa con las empresas? Hace unos días, la prensa internacional difundió un video de una fábrica de Tsingtao Brewery Co, uno de los mayores productores de cerveza en China, donde se ve a un trabajador uniformado miccionando en un tanque donde se coloca la cebada para ser fermentada. Ahora, en el Perú se descubre que la leche que le daban de desayuno a los niños en los colegios tenía manchas y puntos negros. Cerca de dos millones y medio de tarros fueron inmovilizados ante el evidente riesgo de contaminación.

Son dos casos muy diferentes y distantes, pero demuestran la irresponsabilidad y la negligencia con las que se están manejando ciertas empresas privadas, incluso las más grandes y poderosas. ¿Qué tipo de trabajadores tienen? ¿Cuál es el nivel de sus profesionales, técnicos o personal de servicio? ¿Cuáles son las directivas que les dan? Y, sobre todo, ¿qué tipo de protocolos tienen en sus actividades productivas, de almacenamiento y control de calidad para garantizar la salubridad e inocuidad de sus productos?

En el caso de la leche Bonlé de Gloria, según reportes periodísticos de La República, desde abril de este año, o sea, hace seis meses, una funcionaria de la Unidad de Supervisión, Monitoreo y Evaluación de Qali Warma emitió un memorando múltiple para informar de “la suspensión de la distribución y del no consumo de ese producto en razón de que la Unidad Territorial de Lima Metropolitana y Callao “evidenció el hallazgo (…) de partículas oscuras (materias extrañas, puntos negros) al interior del envase y en el contenido del producto”. Un mes después, en mayo, la misma funcionaria emitió un nuevo memorando múltiple para reportar un problema similar en la Unidad Territorial del Cusco, por lo que recomendó paralizar la distribución y evitar el consumo de Bonlé. Posteriormente se dieron a conocer casos muy parecidos en Áncash, Junín, Ayacucho y el mismo Cusco.

De tal manera que estos incidentes no son nuevos. La empresa Gloria ya ha sido sancionada muchas veces. Solo por mencionar un par de casos, en diciembre del 2018 recibió una sanción de Indecopi por no consignar una denominación exacta en sus productos, entre ellos Bonlé.

En juego está la salud de millones de escolares de los colegios público y también de la población, pues el producto Bonlé lo podemos adquirir en cualquier tienda de la esquina. ¿Seguirán respaldando en el Congreso a este tipo de empresas? Porque ya hemos visto cómo se desesperan ciertos parlamentarios para beneficiarlas. ¿Poderoso caballero es don dinero?. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

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