
El Consejo de Ministros, presidido por Aníbal Torres, confirma un giro a la derecha del gobierno. La mayor cantidad de ministerios y los más importantes, están ocupados por profesionales de la derecha, por ejemplo, el Ministerio de Economía. Ahora, Castillo se sentirá más cómodo.
El presidente que se sacó el sombrero para tomar juramento a sus ministros y dirigir los actos oficiales, siempre se identificó con la derecha provinciana, popular y conservadora. Recién en la huelga magisterial del 2017 se vinculó a organizaciones sindicales de izquierda.
Las fuerzas de izquierda que lo apoyaron en la primera vuelta (Perú Libre) y la segunda vuelta (Juntos por el Perú y Nuevo Perú), le permitieron ganar las elecciones presidenciales. Esta práctica no es ninguna novedad, antes ya lo hicieron Toledo y Humala, que terminaron gobernando para la derecha.
Esto explica la debilidad de su pensamiento y de su modo de actuar. No tiene una idea de que quiere hacer con el país, no puede cumplir con sus promesas de campaña electoral y a la vez mantener el modelo neoliberal. El nuevo gabinete no garantiza los cambios que el Perú necesita. Pero no es el momento de lamentaciones, existe una derecha que es más peligrosa, la derecha empresarial, conservadora y corrupta que quiere vacar a Castillo, inclusive antes que asumiera el Gobierno.
Esta ultraderecha solo ve en el pueblo a cholos, renegados, terroristas y comunistas. Esta derecha se encuentra representada en el Congreso por Fuerza Popular, Renovación Popular y Avanza País. También el ala conservadora de Acción Popular, representada por la presidenta del Parlamento, que cree que el Congreso es su casa o su chacra y se alista desde hace tiempo por lucir la banda presidencial.
Existen otros congresistas que se unen a la ultraderecha, por ejemplo, Carlos Anderson quien gritó a los integrantes de la bancada de Perú Libre “Ustedes nunca han tenido la oportunidad de ganar 10000 soles”. Una clara muestra de clasismo y desprecio a los trabajadores que reciben un sueldo honesto producto de su trabajo.
Consideramos que el pueblo debe movilizarse para exigir que el presidente y sus ministros cumplan con los cambios democráticos que prometió en la campaña electoral. Asimismo, que se convoque a los profesionales honestos que quieran servir a su pueblo.
Nuestro país no puede seguir en esta confrontación entre los poderes del Estado, que perjudica principalmente a los millones de peruanos que viven en extrema pobreza. Por eso, es necesario un nuevo pacto social, la nueva Constitución es más urgente que nunca.
Presidente Castillo, si corrige sus errores, si cumple sus promesas y moviliza al pueblo, podrá detener los intentos golpistas. No defraude la confianza de millones de peruanos. La ultraderecha ya le sacó el sombrero, no permita que le saquen la banda presidencial.
(*) Congresista de la República por Perú Libre
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