A casi una semana desde que el cuestionado Sr. Maraví Olarte puso su cargo a disposición, no se le ha aceptado ni ratificado su pedido y, por lo tanto, sigue ocupando el cargo conferido, y que ostenta sin ningún pergamino profesional y técnico.
Lo único que se conoce del actual Ministro, es que está incluido en serias denuncias y atestados por actos terroristas que no ha podido desvirtuar de manera válida. Muchos salen a defenderlo diciendo que no tiene sentencias condenatorias en su contra, y por ello merece la presunción de inocencia.
Lo cierto que sus lazos con MOVADEF son evidentes, y su cercanía con Sendero Luminoso también.
¿Acaso nuestro país merece tener un Ministro de Trabajo de este tipo?
Mientras tanto, a nivel laboral, se sigue discutiendo si debe derogarse la alternativa laboral de la suspensión perfecta utilizada por el sector empleador en Pandemia. ¿Se desea entonces que el sector empresarial quiebre?, y ello porque no se está tomando en cuenta la severa crisis que ha afectado al sector empleador, más aún si no se cuenta con normas que hayan podido favorecer a su reactivación económica.
¿El beneficio de REACTIVA PERU solo les llegó a pocos, y dónde quedaron los derechos de los microempresarios o MYPES?
Mientras no exista un rumbo adecuado en los objetivos que pretende el actual gobierno, se seguirá precarizando el empleo, y la informalidad laboral se tornará incontrolable.
En la actualidad, se han generado conflictos en la relación de trabajo, porque muchos trabajadores se niegan a vacunarse, y en este caso el empleador no puede obligarlos ni mucho menos despedirlos.
La SUNAFIL sugiere que debe sensibilizar al trabajador para que opte por la vacuna, creyendo que con las cartas inductivas que notifica se dará por solucionado el conflicto laboral.
El ente fiscalizador más bien debería orientar al empleador que desconocía de la existencia de una casilla electrónica, y evitar proponer sanciones que podrían hacer quebrar a una empresa.
Más orientación y menos fiscalización avasalladora es lo que debe implementar la SUNAFIL frente al empleador, que siempre ha sido cumplidor de las obligaciones socio-laborales y de seguridad y salud en el trabajo.
Cuanta más incertidumbre política, el dólar seguirá subiendo, peor aún si la calificación crediticia del país se ha visto afectada por la improvisación de los gobernantes de turno, y la inversión privada extranjera ya no ve con buenos ojos hacer negocios en el Perú.
Al final de la presente nota, el Ministro de Trabajo ha salido a decir que no renunciará, situación que agrava mucho más la tirante relación entre el Ejecutivo y el Legislativo que pretendería interpelarlo.
Seguiremos atentos a todo lo que acontezca a partir de la fecha. (Esto continuará…)
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(*) Abogado Laboralista
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