La prensa debe proteger derechos de los niños y adolescentes en sus noticias
Por: Julio César Gago Vicuña
Constantemente vemos en los medios de prensa diversas notas periodísticas vinculadas a niñas, niños y adolescentes en distintas situaciones, usando imágenes y otros datos personales. Si bien es importante el rol de los medios de prensa, esta labor no debe vulnerar su dignidad, intimidad, imagen y otros derechos de ninguna persona, especialmente de los niños. La normativa nacional e internacional obliga a respetar los derechos de la niñez y adolescencia durante la práctica periodística. Según la Convención sobre los Derechos del Niño, ellos no deben ser objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada, familia, domicilio o correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra y reputación; además, tienen derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques.
La Ley 28278, Ley de Radio y Televisión, instituye como principios para la prestación de los servicios de radiodifusión la defensa de la persona humana y el respeto a su dignidad, así como a la intimidad personal y familiar. Asimismo, el Código de Ética para la prestación de los servicios de radiodifusión tiene entre sus principios la protección y formación integral de los niños y adolescentes, así como el respeto de la institución familiar; incluso, el respeto al honor, la buena reputación y la intimidad personal y familiar. En esa línea, es preciso mencionar que la Ley No. 27933, Ley de Protección de Datos Personales, también otorga protección legal a niñas, niños y adolescentes.
En ese marco, los diversos medios de comunicación tienen la obligación legal y ética de preservar y proteger los derechos de la niñez y adolescencia para evitar dañar su dignidad, vulnerar sus derechos o revictimizarlos. Ante casos de violencia, es fundamental que, al informar al respecto, se tenga la debida diligencia y se brinde protección especial; además, no solo se debe buscar que las entidades competentes cumplan su función mediante la sanción a agresores o ayuda a la víctima, sino también informar sin vulnerar de nuevo sus derechos y considerando el dolor de su familia.
En los casos de personas públicas que suelen ser entrevistadas sobre diversos hechos (situaciones familiares, de pareja, etc.), los medios de comunicación deben recordar que la difusión de datos del entorno familiar, como los de sus hijos menores de edad, puede impactar negativamente en su intimidad y exponerlos, particularmente, al señalamiento o la estigmatización en la escuela, el vecindario u otros ámbitos de interacción social. Por ello, se debe evitar ese tipo de exposición pública, aun cuando los propios progenitores y responsables lo permitieran.
Los medios de comunicación son aliados importantes en la construcción de una cultura de respeto a los derechos de la niñez y adolescencia. Por ello, saludamos a quienes se han sumado y se siguen sumando a esta tarea. No obstante, reiteramos que es necesario que, al difundir situaciones que involucren a niñas, niños y adolescentes, se contribuya a protegerlos, defenderlos y prevenir diversos problemas que los afectan, como la violencia, el embarazo por violación sexual, situaciones de riesgo y desprotección, entre otros, procurando siempre dar a conocer los servicios existentes para su protección.
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(*) Abogado penalista.
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