Hace unos años tomé un vuelo de casi seis horas, al aterrizar fui a recoger mi maleta y sin querer tomé una equivocada; se parecía mucho a la mía, de esas que se venden estándar, sin embargo, al salir de la terminal me percaté por la etiqueta que no era la mía.
La revisé y tenía prendas que no eran de mi talla. Esto me lleva a pensar por qué vamos por la vida con prendas que no son de nuestra talla y cargamos maletas que no son las nuestras.
Por ejemplo, mis padres querían direccionar mis estudios y me repetían “debes estudiar lo mismo que tu hermano mayor, ahí vas a ganar mucha plata”. Es decir, desde pequeño ya me habían asignado maletas que no tenía por qué cargar, no nacimos para ser o cumplir los deseos de nuestros padres … y no está mal. Años más tarde, me pasó con mi hijo, me pregunté ¿lo haré a mi imagen o lo dejaré que desarrolle sus propios dones y su propia identidad? Aún es chico, pero he decidido que no quiero ser una “mala” influencia para él, por ello, solo me enfocaré en prepararle el camino, y plantarle la semilla, quiero que sea feliz en todo lo que haga.
Un estudio asegura que hacer algo que no te hace feliz, lamentablemente afecta más la salud que un divorcio, o un luto. No quiero que olvide que el diseño con el que nació definirá su destino.
Hoy nos dejamos llevar por la mayoría y los medios de comunicación, quienes nos dicen qué es lo que debemos ser, y así deformamos nuestro comportamiento, forma de vestir, de hablar, etc.
Ni en los colegios te ayudan a descubrir tus dones para desarrollarlos, por el contrario, te forman en un molde general que muchas veces limita tu creatividad, inteligencia y habilidad.
Grandes genios no fueron buenos en la escuela; a Albert Einstein, Isaac Newton, Winston Churchill, Louis Pasteur, Bill Gates, etc., les dijeron que no iban a llegar a ningún sitio, y hoy gracias a estos “burros” tenemos luz, vacunas, celulares, etc. Albert Einstein dijo que tuvo muchos periodos de creatividad nada más que se interrumpieron cuando fue al colegio. Ojo que la habilidad académica no siempre es sinónimo de inteligencia.
A los niños o jóvenes que no les va bien en el cole, les dicen que no son inteligentes, ¿pero será eso real? En el cole no me fue bien, repetí primero de secundaria, pero cuando descubrí mis habilidades y las desarrollé con pasión, todo empezó a mejorar.
Considero que inteligencia y pasión son la pareja perfecta, sin esta combinación no funciona nada; hoy el delirio de ser algo que no somos hace que perdamos el propósito. La tarea es descubrir para qué nacimos, y hacerlo con pasión te da el tan anhelado éxito. Un tipo tenía muchas denuncias por estafa, él era hincha acérrimo de un club de fútbol y asistía infaltablemente a ver a su equipo; la policía lo buscaba incansablemente sin éxito, pero ¿qué habría pasado si conocían de su pasión?, quizá el primer lugar donde buscarían sería en la cancha.
Una persona puede cambiar de todo para esconderse, domicilio, rostro, novia, religión, familia, pero hay una cosa que nunca cambiará, su pasión ya que es incontrolable, va más allá de las apariencias y los hábitos, porque sale de nuestras entrañas y tarde o temprano brotan.
Ten en cuenta que la ambición de creer tener una corona que no es tuya puede hacerte perder lo único que tienes; tus habilidades y tu pasión. Elige las maletas que vas a cargar, si alguna te pesa no es tuya ¡¡¡suéltala!!!, quizá te de miedo, pero si lo haces valdrá la pena y caminarás por la vida más ligero.
(*) Periodista y sociólogo
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