“Lo más triste de una traición es que nunca proviene de tus enemigos”. Es una frase de autor desconocido, pero que encierra una gran verdad. La trae a colación el triste caso de Kenji Fujimori, quien está a punto de ir a la cárcel tras ser delatado a través de audios grabados intencionalmente por miembros de Fuerza Popular, partido al que él perteneció y que es liderado por su hermana Keiko, con la intención de demostrar que el indulto a Alberto Fujimori, padre de ambos, se estaba gestando a cambio de evitar la vacancia del entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK).
Era marzo del 2018 y Kenji Fujimori, respaldado por el grupo de “Los Avengers” (curiosamente significa “vengadores”), ya había renunciado a Fuerza Popular para formar su propia bancada. Era acusado por el fujimorismo de haberse aliado con PPK a fin de conseguir los votos para evitar su vacancia. A cambio, el entonces mandatario le había concedido el indulto humanitario a Fujimori padre.
Cuando se difundieron los videos de la compra de votos, donde se mencionan negociados y reparto de obras públicas, la propia Keiko publicó un tuit: “Con profunda decepción y dolor el Perú vuelve a ser testigo de negociaciones para la compra de congresistas”. ¡Y eso que uno de los involucrados era su hermano!
Los arreglos siguieron su curso y finalmente PPK le concedió el indulto humanitario a Alberto Fujimori. Entonces, Fuerza Popular publicó un comunicado donde saludó la libertad de su líder, “a pesar de discrepar con la forma en que se logró”. Era evidente el sinsabor.
En la última audiencia de su juicio, Kenji Fujimori describió la profunda herida que le dejó en el alma y el daño que le hizo el partido liderado por su hermana Keiko: “Lo digo con el corazón en mano. Desde esa fecha no pertenezco a Fuerza Popular ni voy a regresar a esa agrupación política que con malas artes me ha traído hasta aquí. Es tanto el daño y el dolor que me ha causado el paso por la política que me siento totalmente decepcionado, desilusionados, y no quiero saber nada de política”.
En los audios, cuya transcripción fue dada a conocer durante la lectura de la sentencia, se puede notar con qué facilidad los congresistas, otros funcionarios y personas allegadas al poder se someten a verdaderas “repartijas”, como si estuvieran en una feria, las obras públicas que se realizan con el dinero de todos los peruanos. Lo cual ya es costumbre en todos los gobiernos de turno. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.
