Opinión

¡Salvemos a Willy!

Por: Víctor A. García Belaunde

Como el drama de ficción de 1993 “Liberen a Willy”, unos “niños” colaboracionistas y casi todos del partido empresarial llamado Podemos, salvaron de la censura, no a un cetáceo marino, sino al obstruccionista ministro del interior Willy Huerta.

Willy Huerta Olivas juró como ministro del Interior el 19 de julio de este año, es el séptimo en este ramo que tiene la actual administración de Pedro Castillo, y reemplazaba a Mariano González quien conformó un grupo especial de oficiales en la Policía Nacional, cuyo objetivo era apoyar al Equipo Especial de Fiscales contra la corrupción del poder y que lo lidera el coronel Harvey Colchado. González es destituido por este nombramiento y por eso lo reemplaza por su amigo Huerta.

Como es público los ministros del Interior de este régimen, antes de ocuparse de la seguridad ciudadana o de asuntos propios de su sector, se dedican más a blindar al presidente y su entorno familiar de las serias acusaciones que se vienen dando semana a semana. De esta forma el 12 de setiembre aparece un memorándum firmado por el coronel Luis Sánchez Lira, en el que relevan del cargo a Colchado y con ello se configura una evidente obstrucción a las investigaciones que se vienen realizando preliminarmente por la Fiscalía.

Este acto emanado del ministerio del Interior, permitió a que se presente la censura y cuando estaba todo listo y se contaba con los votos necesarios para el procedimiento, ocurrió lo contrario. Pero ahora la obstrucción ya no viene desde el Poder Ejecutivo sino del propio Legislativo donde en un festín de abstenciones y de cambios de voto, salvaron de la censura al cuestionado Willy Huerta.

Es aquí donde aparecen nuevamente en escena los arreglos para sostener en lo posible al régimen de Castillo, porque lo sucedido con el ministro Huerta es algo parecido al caso del hoy prófugo exministro de transportes Juan Silva Villegas. Huerta es hoy necesario porque conoce desde la óptica policial lo que ocurre cuando se emiten los mandatos tanto de la Fiscalía como del Poder Judicial y se pone sobre aviso a los investigados; sino como se explica que haya prófugos entre funcionarios y familiares del presidente.

La responsabilidad de este acontecimiento ahora también recae en el Congreso de la República, con personajes que están de espalda a las verdaderas necesidades del país, que integran partidos políticos de oposición y hacen todo lo contrario a la línea de la política partidaria, uniendo sus voluntades al servicio ni siquiera del Poder Ejecutivo, sino de su conveniencia particular.

El grupo llamado los “niños” y Podemos cuyo líder es José Luna, son los principales responsables de esta situación que empaña aún más al Legislativo y que aparece ante la población como controlado por el gobierno.

En una última acción, se ha pedido que se reconsidere la votación la que está agendada para el miércoles 28, la justificación primordial es que ha habido sesiones paralelas de comisiones donde los parlamentarios no han podido estar en dos lugares a la vez. Pero de ser así, ante una censura que tiene que ver aspectos de seguridad e idoneidad gubernamental, ¿hubo congresistas que han preferido una Comisión ordinaria a la sesión Pleno?

Si hay una rectificación y se envía a ese ministro a su casa, en buena hora, de lo contrario la vergüenza y el oprobio seguirán señalando a aquellos personajes que no cumplen con su deber.

(*) Abogado y excongresista

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

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