Opinión

¿Es el Ministerio Público un nudo Gordiano?

Por: Juan Carlos Liendo O’Connor

Veinte y tres páginas tienen las recientes declaraciones testimoniales del Sr. Jaime Villanueva Barreto, ex asesor de la ahora ex fiscal de la Nación, Patricia Benavides Vargas investigada bajo la condición de ser la “líder de una organización criminal al interior del Ministerio Público”, luego de ser destituida en diciembre último.

Este fin de semana fue imposible dejar de leer el detalle de las últimas declaraciones de Jaime Villanueva, que fueran difundidas por casi todos los medios de comunicación y en las redes sociales. La mayoría de las portadas de diarios de prensa y todos los programas dominicales abordaban el caso, bajo una u otra perspectiva, señalando la cuestionable interacción entre miembros de los tres poderes del estado, políticos, prófugos de justicia y un importante sector de la prensa progresista.

La percepción inmediata al final de la lectura, que progresivamente venía incrementándose mientras tomaba algunas notas y lograba establecer algunas relaciones que se desprendían de tan difundido testimonio, me causaban un profundo desasosiego, con mezcla de tristeza e impotencia, terminando con una desagradable sensación nauseabunda, que resurge cuando insisto en abordar el tema.

Si bien es cierto, las declaraciones se encuentran en proceso de corroboración, el detalle de estas, las relaciones entre los diferentes actores involucrados, tiempos, lugares, circunstancias, intenciones, ambiciones personales, temores y objetivos políticos, no solo sostienen un alto grado de veracidad y lógica para quienes seguimos el ritmo de la política, sino que desnudan y cruelmente evidencian la precaria, amoral y disfuncional situación en que se encuentra la estructura política y jurídica del país, incluyendo al sector de la prensa progresista que viene sosteniendo este sistema desde hace más de veinte años.

Solo desde el lado del Ministerio Público, son tres los fiscales que en los últimos años han sido alejados de sus funciones antes de terminar el cargo, así como otros miembros de la Junta de Fiscales Supremos y una serie de funcionarios por razones políticas, ideológicas, funcionales y/o supuesta corrupción evidenciando una guerra total al interior del Ministerio Público.

El Ministerio Público como órgano constitucional autónomo es una institución clave para el funcionamiento democrático en nuestro país, que encargado de representar al Estado en juicios, defendiendo los derechos ciudadanos y el interés público, hoy se encuentra atrapado en una guerra interna donde están en juego de los más altos intereses políticos, ideológicos y económicos del país involucrados con la corrupción en el Estado, su condición es de tal gravedad que solo puede asemejarse a la de un nudo Gordiano.

Y ya sabemos que existe solo una forma de “desatar” un nudo Gordiano.

(*) Exdirector Nacional de la DINI

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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