Opinión

El problema de Las Bambas en su hora crítica

Por: Richard Arce Cáceres

El anuncio de un paro preventivo de 24 horas por parte de las comunidades campesinas y organizaciones sociales de Chalhuahuacho, en la zona de influencia directa del proyecto minero Las Bambas, han encendido las alarmas en el país, puesto que además anuncian la pretensión de organizar una movilización mayor, con el objetivo de paralizar indefinidamente, si es que el propio presidente Castillo y el premier Aníbal Torres, no se hacen presente para atender sus demandas.

Se debe entender que aquí están reclamando las comunidades campesinas que están en la zona de influencia directa del proyecto minero Las Bambas, que demandan la atención de una serie de demandas postergadas y desatendidas, desde la mesa de diálogo de diciembre del 2019, antes que empiece la pandemia. Parece hasta irresponsable que los gobiernos de turno y, sobre todo, este gobierno, no hayan prestado atención a lo que venía aconteciendo en Cotabambas y las exigencias del cumplimiento de las mesas de dialogo que se habían establecido, con el aval de las autoridades del gobierno de turno.

El problema ha sido que de parte de las comunidades campesinas han perdido la credibilidad con los interlocutores y representantes del gobierno actual; ya no les tienen confianza e inclusive perciben que solo va existir atención y encaminar sus propuestas de desarrollo, cuando las comunidades anuncian protestas. Es evidente que la estrategia desde el gobierno es errada, porque se requiere de una atención integral y compromiso conjunto del Estado y la empresa minera, con lo cual se podría distender la conflictividad y ahí se puede logar algunos avances y se podría obtener un resultado concreto.

Es imprescindible que las autoridades que representan al actual gobierno, estén contextualizadas sobre el origen del problema, la evolución de la conflictividad y conozcan las diversas demandas que tienen las comunidades, alrededor de todo el Corredor Minero y así se pueda abordar la problemática de manera integral. Tienen que dejar de seguir haciendo, desde el gobierno, populismo y aprovechamiento político, como lo viene haciendo Guido Bellido, exacerbando a las comunidades y soliviantando las masas, todo para buscar redito político, al extremo de utilizar la protesta legitima, para sus ambiciones políticas, como cuando saboteaba las mesas de diálogo.

El problema en el Corredor Minero se resume principalmente en la irresponsabilidad de este gobierno que, para esta semana, bajo la dirección de Aníbal Torres en el premierato ha estado copando los puestos claves en la PCM, para la gestión de los conflictos sociales, nombrando incompetentes y sobre todo personas que desconocen la problemática inherente. Les importa más el clientelaje político, evidenciado con los nombramientos y designaciones solo con el criterio de pagar favores políticos.

La empresa minera Las Bambas ya paralizo sus operaciones en diciembre y anunció una nueva paralización de la mina, que se ha suspendido en Ccapaccmarca, con una tregua de 45 días. Está pendiente el problema en Coporaque en Espinar y sobre todo esta situación de conflictividad en Chalhuahuacho. Pero, una vez más la estrategia del gobierno es absurda, postergar la atención, lo único que va a llevar es que se embalse los conflictos sociales, todo por la negligencia del gobierno.

(*) Ex congresista de la República

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

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