Opinión

El partido de la vergüenza

Por: Víctor A. García Belaunde

El 10 de agosto último Aníbal Torres, presidente del Consejo de Ministros, en una especie de mitin cerrado dentro de las instalaciones de Palacio de Gobierno y dirigiéndose tanto al presidente Castillo y a las bases sociales de Lima (eso es lo que decía el rótulo de presentación), dijo entre otras cosas que: “si ustedes cada uno con esa voluntad que tienen para defender sus intereses trajeran a Lima 50 personas lo harían arrodillar a los golpistas, obligarían a los golpistas para que tengamos una nueva constitución que beneficiaría a todos los peruanos y no una determinada clase”.

“Como no ha podido reunir en el Congreso los 87 votos, ahora entran en connivencia con el sistema de justicia y allí tienen ustedes al Ministerio Público y como actúa ahora… viniendo a interferir las actividades del presidente con la ayuda de la prensa limeña”.

“Hay esa connivencia entre un sector de la derecha, un sector del Congreso de la república y la prensa limeña que están encaminados a vacar a Pedro Castillo”. Añadió a todo esto un ultimátum en caso se continué con la vacancia, la suspensión o un juicio político, que, por ser un gobierno del pueblo, entonces no les queda otra cosa que defenderse, y si es necesario con la propia vida. Estas arengas típicas de los agitadores de plazuela, las hizo el presidente del Consejo de Ministros del actual gobierno a manera de victimizarse por los hallazgos que realiza la Fiscal de la Nación, sospechando que el gobierno está a punto de implosionar.

Al Congreso se le llamó “golpista”, que “estaba en connivencia con la prensa limeña y la fiscalía” con esas expresiones determinó a que un sector del parlamento solicitara invitar al señor Torres a dar sus explicaciones, la moción fue aprobada por 73 votos a favor, 31 en contra y 5 abstenciones.

Torres acudió al recinto parlamentario el 18 de agosto con un discurso conciliador y nada incendiario. Torres ya había dicho el mismo 10 de agosto que “tenemos que trabajar conjuntamente todos los poderes especialmente el ejecutivo y el legislativo que se necesitan el uno al otro”, esto lo entiende también el Congreso porque se necesitan para continuar en el Estado con el enorme costo que conlleva tener incapaces y cómplices.

En el Congreso Aníbal Torres bajo el tono de voz, no gritó, se victimizó, pidió olvido, los ministros más abyectos empezaron a incendiar el hemiciclo, lo que permitió la mesa presidida por APP. Finalmente, Torres sumo una imploración: “la población está cansada de esto y debemos trabajar conjuntamente, sobre las agendas que ustedes propongan y estamos dispuestos a eso”.

Esta presentación ha sido negociada, eso es evidente y ha sido posible gracias a la coordinación entre el Gobierno y sus cuarenta y tantos “niños” y afines a los “niños”, además nadie ha planteado una censura en el debate porque saben que Torres ha hecho lo que ha hecho en su calidad de primer ministro que es el vocero del presidente de la república y del gobierno.

Lo que ha sucedido entre el Congreso y el premier, es parecido a la concertación de dos equipos de futbol clasificados que se ponen de acuerdo para presentarse en un estadio y tener un marcador fijo; como sucedió en el partido de Alemania y Austria en el mundial de España 82, el hecho más bochornoso en la historia de los mundiales perjudicando a Argelia. En el caso de nuestra política los equipos del ejecutivo y legislativo perjudican a todo el Perú, atizando con esa actitud la ira de la población.

(*) Abogado y excongresista

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

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