En estos tiempos, la mentira es moneda corriente. Pan del día, también se decía antes para referirse a algo habitual, pero no agradable o positivo. Lo que está pasando en la política peruana es, claro que sí, absolutamente desagradable y negativo. Y, como siempre, la mentira está de por medio. En los grandes escándalos políticos, como el de la Fiscalía de la Nación y la Junta Nacional de Justicia, ahora el del premier Alberto Otárola con su frase “mándame tu CV”, suele haber dos partes en contienda, una de las cuales miente con descaro, pero tampoco sería raro que ambas no digan necesariamente la verdad.
En efecto, el común denominador en este tipo peleas de matarifes de escritorio generalmente es la pugna por el poder y, por lo tanto, hay dos bandos. Aunque a veces hay otros grupos o grupúsculos afanosos en arriar agua para sus molinos. Es que el poder, para este tipo de personas, es una escalera que ayuda a trepar, a gran velocidad, económica y socialmente, aunque en el camino se comentan desde faltas contra la moral y la ética, hasta delitos muy graves.
Si en el caso del Ministerio Público hay un testigo, delator y presunto cómplice, como Jaime Villanueva, el exasesor de la suspendida fiscal de la Nación, Patricia Benavides; en el caso de Alberto Otárola, ese papel es interpretado por su amiga, la señorita Yaziré Pinedo. En ambos casos, estas personas están directamente involucradas en los hechos y, por ello, sus declaraciones hay que tomarlas con pinzas. No obstante, es necesario conocer sus versiones para contrastarlas y, una vez analizadas dentro del contexto, interpretarlas para hacer las inferencias y deducciones que nos permitan arribar a conclusiones.
En el caso de Villanueva, primero acusó a la JNJ, pero después comprometió a la otra parte, vale decir, a la propia Patricia Benavides, su exjefa. Villanueva involucra a fiscales, exministros, congresistas y otros funcionarios; por lo visto, no muestra interés en blindar a alguien en particular. La señorita Yaziré Pinedo, en cambio, ha salido a defender al premier Otárola y a acusar al expresidente Martín Vizcarra y su entorno. Dados los antecedentes de Vizcarra, ella podría tener razón, pero es necesario verificar sus declaraciones y exigirle que presente pruebas.
El Ministerio Público ya inició indagaciones preliminares a Otárola. Lo correcto sería que llame a Yaziré Pinedo en calidad de testigo para que dé su declaración testimonial. La señorita ha insinuado que tiene pruebas contra Vizcarra, si es así, sería el momento de presentarlas. Que se sepa toda la verdad. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.
