La crisis que se está viviendo en el caso de la mina Las Bambas estaba, de alguna manera, anunciada. Las cosas empezaron mal y para ello hay que recordar que algunos gobiernos anteriores plantearon un trato de doble tributación con Suiza, eso llegó al Congreso y yo me opuse porque no había inversiones peruanas en Suiza, ni siquiera habían llegado ‘Astrid y Gastón’. Sin embargo, Suiza sí tenía en nuestro país inversiones –además de la venta de chocolates que era una cosa pequeña– manejaban temas como el de Las Bambas.
Entonces, si se presentaba ese tratado significaba que Las Bambas estaba en venta y lo que los suizos querían era ahorrarse dinero por los impuestos a la transferencia. Y, efectivamente, lo lograron y el Perú cobró por la transferencia de Las Bambas a la empresa china actual un dinero mucho menor de lo que se debía. A mi parecer debió investigarse todo el proceso para conocerse qué funcionarios públicos o abogados contribuyeron a que se efectúe este tratado que, a mi modo de ver tenía como fondo que se pudiera vender Las Bambas. Después de vendida, los chinos –nuevos propietarios– cambiaron todo lo previsto para la explotación de la mina y eliminaron el mineroducto y el tren que hubiese contribuido a desarrollar la zona. Había una forma de hacer un tren que favoreciera a la mina y al país. Lamentablemente, por ahorrarse unos buenos dólares, habilitaron una carretera para trasladar por ahí 50 camiones diarios con material que afecta a los vecinos de la zona, eso fue un error y ahora vemos que los moradores de estas comunidades han decidido extorsionar al Estado y a la mina.
Para evitar el cierre definitivo de Las Bambas es necesario una renegociación total y definir el tema del ferrocarril que permitiría cambiar la ruta de salida de los minerales, esa es una buena salida para solucionar el problema. Yo no conozco minas en países desarrollados que saquen sus minerales en camiones, es un arcaísmo, es una manera primitiva de explotar una mina de tanto valor. Obviamente, el Gobierno tendría que imponer la autoridad y habilitar la vía lo más pronto que se pueda. No es posible que tengamos unas fuerzas policiales que no puedan impedir el cierre de una carretera, es un pésimo antecedente y podría generar que se replique en otras partes.
Ahora, queda claro que la mina no se va a cerrar, solo va a dejar de operar por un tiempo. Hay demasiada riqueza minera como para abandonarla. La empresa china puede darse el lujo de cerrarla por un tiempo determinado porque tiene otros negocios y patrimonio, pero al final no la va a dejar porque ahí está la riqueza que tiene que explotar. Claro, la empresa está perdiendo un buen momento de vender el mineral porque los precios están en total alza.
(*) Excongresista de la República
(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.
