En medio de la pandemia, que ha reducido el poder adquisitivo a su mínima expresión y con millones de peruanos subempleados o desempleados, con sueldos que no alcanzan para cubrir los gastos de la canasta básica familiar, una de las prioridades inmediatas del Gobierno es tomar acciones destinadas a contener la inflación. Los precios de los productos de primera necesidad están por las nubes y los más perjudicados, como siempre, son los que menos tienen.
Hay voces que denuncian que algunos empresarios están subiendo los precios no por efecto de la oferta y demanda, sino como una medida especulativa, para aprovechar. O sea que se estaría cumpliendo eso de que “a río revuelto, ganancia de pescadores”. Puede ser cierto que eso se dé en algunos productos, pero la verdad es que todo está caro y algunos precios están por las nubes.
El balón de gas llegó a 65 soles en algunos distritos y por el momento no se perciben los efectos del retorno de este producto al Fondo de Estabilización de Precios decretado por el Gobierno, que esperemos dé resultados, pues este combustible es fundamental en los hogares peruanos. Pero no solo está caro el gas, pues el pollo, las verduras, el aceite y muchos otros productos han subido de precio en los mercados y las amas de casa sufren para hacer que el dinero les alcance.
Se suponía que el nombramiento de Pedro Francke como ministro de Economía y Finanzas, al que siguió la ratificación de Julio Velarde en la presidencia del Banco Central de Reserva, iba a dar señales de confianza y contribuir en la estabilidad política para allanar el camino de la reactivación económica. Pero los efectos de esta medida por el momento no se perciben, el titular del MEF garantizó que ni iba a haber expropiaciones, privatizaciones ni alguna otra medida reñida con el libre mercado, y el jefe del BCR delineó una política monetaria sin experimentos peligrosos.
Al Gobierno no le falta razón cuando dice que la inflación es un fenómeno global y que las proyecciones para el año ubican al Perú con uno de los índices de precios al consumidor más bajos de la región, pero la verdad es que en estos últimos días las alzas son alarmantes.
Otro de los factores que inciden en este clima de inestabilidad y turbulencia, con graves consecuencias en la economía, está directamente relacionado con los cuestionamientos y emplazamientos al Gabinete presidido por Guido Bellido. Es un nudo que se debe desatar pronto. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.
